Un juez del condado de Los Ángeles desestimó una demanda presentada por los actores de la adaptación cinematográfica de Romeo y Julieta, de 1968, relacionada a una escena de desnudo.
La sentencia concluyó que la escena en cuestión no podía considerarse pornografía infantil y que los demandantes presentaron su caso demasiado tarde.
Alison Mackenzie, juez del Tribunal Superior, falló el jueves a favor de una moción de Paramount Pictures.
La demandada, para desestimar la denuncia presentada por Olivia Hussey, que representó a Julieta a los 15 años y ahora tiene 72, y Leonard Whiting, que representó a Romeo a los 16 y también tiene 72 años.
La juez Mackenzie decidió que la escena estaba protegida por la Primera Enmienda, declarando que los actores “no han presentado ninguna autoridad que demuestre que la película pueda considerarse lo suficientemente sexualmente sugerente como para ser declarada ilegal”.
En su decisión escrita, consideró que la demanda no entraba dentro de los límites de una ley de California que suspendía temporalmente el plazo de prescripción de los delitos de abuso sexual infantil, y que el nuevo estreno de la película en febrero no alteraba esa situación.
Lo que dijo la defensa de los actores de Romeo y Julieta
El abogado de los actores, Solomon Gresen, criticó la decisión y anunció sus planes de presentar otra versión de la demanda ante un tribunal federal.
“Creemos firmemente que la explotación y la sexualización de menores en la industria cinematográfica deben afrontarse y abordarse legalmente para proteger a las personas vulnerables de cualquier daño y garantizar el cumplimiento de las leyes vigentes”, declaró Gresen en un comunicado.
Aunque la película y su tema musical fueron grandes éxitos en su momento, la escena del desnudo mostrando las nalgas desnudas de Whiting y los pechos desnudos de Hussey ha causado controversia.
Lo que alegó la demanda
La demanda afirmaba que el director Franco Zeffirelli, fallecido en 2019 a los 96 años, informó inicialmente a los actores de que llevarían ropa interior de color carne en la escena del dormitorio.
Sin embargo, el día del rodaje, les dijo que solo llevarían maquillaje corporal, asegurándoles que la cámara no captaría desnudos.
La demanda alegaba que los actores fueron filmados desnudos sin su conocimiento, violando las leyes californianas y federales contra la indecencia y la explotación de menores.
Al parecer, el director les dijo que debían actuar desnudos “o la película fracasaría” y sus carreras se verían afectadas negativamente.
Los actores afirmaron que ninguno de ellos tuvo la carrera que esperaban tras el éxito de la película y que el fraude, el abuso sexual y el acoso sexual que sufrieron les causaron daños emocionales y angustia mental durante décadas.
Reclamaban más de 500 millones de dólares por daños y perjuicios. Sin embargo, la juez Mackenzie consideró que los demandantes “tomaron a la ligera” la ley y no aportaron autoridad legal de por qué debería aplicarse a “supuestas obras de mérito artístico, como la película premiada en cuestión”.
Citó un precedente de un tribunal de apelación que afirma que la pornografía infantil es “particularmente repulsiva”, pero “no todas las imágenes de niños desnudos son pornográficas”.
El fallo se basó en la ley de California diseñada para proteger la libertad de expresión de los demandados de ser sofocada por demandas, que a menudo es la primera línea de defensa cuando se presentan demandas.
