La legislatura de Carolina del Norte prohibió la mayoría de los abortos después de las 12 semanas de embarazo, pese a que el gonernador demócrata Roy Cooper vetara la ley.
El Senado votó a favor de anular el veto en una votación de 30 a 20 el martes por la tarde y la Cámara de Representantes hizo lo mismo rápidamente en una votación de 72 a 48. Gritos de “vergüenza, vergüenza” estallaron en la Cámara después de que la cámara, con su nueva supermayoría republicana, aprobara la anulación.
Los dos proyectos de ley reducen significativamente el margen para los abortos legales, pero no llegan a las prohibiciones más restrictivas que han entrado en vigor en el sur y el medio oeste desde que el Tribunal Supremo anuló el caso Roe contra Wade, como resultado de la presión de los republicanos moderados que temían una reacción política negativa.
En Carolina del Sur, los republicanos están tramitando un proyecto de ley que prohibiría la mayoría de los abortos una vez detectada la actividad cardiaca del feto, en torno a la sexta semana de embarazo. El gobernador republicano ordenó a los legisladores que volvieran a reunirse para completar el trabajo pendiente, incluida la legislación que restringe los abortos. Recientemente fracasó una prohibición casi total en el estado.
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Hasta hace poco, la legislatura de Carolina del Norte no tenía esperanzas de aprobar ningún tipo de prohibición del aborto, sujeta a la pluma de veto de Cooper. Pero la dinámica cambió en abril, cuando los republicanos obtuvieron los votos necesarios para anular su veto después de que la representante Tricia Cotham abandonara el Partido Demócrata por el Republicano.
Cuando la prohibición de las 12 semanas se aprobó inicialmente a principios de mayo con el apoyo de Cotham, Cooper lanzó un agresivo esfuerzo para evitar la anulación del veto, dirigiéndose a un puñado de republicanos moderados, incluida Cotham, que prometieron durante sus campañas oponerse a más restricciones sobre el aborto.
“Si un solo republicano de la Cámara de Representantes o del Senado cumple su promesa electoral de proteger la salud reproductiva de las mujeres, podemos detener esta prohibición”, dijo Cooper en un mitin antes de vetar la ley el sábado, rodeado de una multitud de partidarios del derecho al aborto.
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Los republicanos en la legislatura dicen que esperan que la prohibición de las 12 semanas se convierta en un modelo para el resto del país, presentando el proyecto de ley como una alternativa “convencional” a las prohibiciones de aborto que prohíben el aborto en etapas más tempranas del embarazo.
Es la primera nueva prohibición del aborto que se aprueba desde la caída del caso Roe contra Wade que no prohíbe todos o la mayoría de los abortos, lo que permite que aproximadamente el 90% de los abortos continúen. Las principales disposiciones del proyecto de ley, como el límite de 12 semanas para la mayoría de los abortos, entrarán en vigor el 1 de julio, y algunas otras restricciones a partir del 1 de octubre.
El Senado debatió el proyecto de ley durante aproximadamente una hora, en la que los demócratas criticaron las restricciones propuestas al aborto y los republicanos defendieron la medida. El debate en la Cámara de Representantes también fue rápido: duró unos 90 minutos.
La nueva legislación establecerá excepciones por violación e incesto hasta las 20 semanas, junto con una excepción por anomalías fetales letales hasta las 24 semanas y una excepción general por la vida de la madre.
A diferencia de muchas otras restricciones al aborto, la prohibición va acompañada de decenas de millones de dólares en fondos para el cuidado de los niños, la acogida en hogares de guarda y la baja familiar remunerada, dinero que, según los legisladores del Partido Republicano, se añadió para responder a las críticas de los defensores del derecho al aborto, según las cuales los conservadores a menudo tratan de prohibir los abortos pero no apoyan a las madres y a los bebés.
La aprobación de la prohibición del aborto de 12 semanas en Carolina del Norte a principios de este mes fue la culminación de meses de reuniones muy secretas en la bancada republicana, en las que los legisladores lucharon por ponerse de acuerdo sobre una prohibición del aborto que pudiera obtener suficientes votos para anular un veto.
