El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) ha asestado recientemente un duro golpe a una trama de fraude masivo en el ámbito de la atención sanitaria, valorada en 2.500 millones de dólares, que presuntamente tenía como objetivo a los más vulnerables de la sociedad.
En esta amplia ofensiva, el DOJ ha acusado a la asombrosa cifra de 78 personas por su supuesta implicación en estas actividades fraudulentas.
En un comunicado hecho público el miércoles, el DOJ reveló que los acusados habían presuntamente hecho un uso indebido de programas de asistencia sanitaria diseñados específicamente para ayudar a ancianos y discapacitados.
Estos individuos habrían desviado fondos para financiar sus extravagantes estilos de vida, con compras que incluían automóviles de alta gama, joyas preciosas y yates de lujo.
El Fiscal General de los EE.UU., Merrick Garland, hizo hincapié en la gravedad de estos delitos en la declaración, indicando que estas medidas de aplicación representan el aumento de los esfuerzos del DOJ para combatir el fraude y perseguir a los que se benefician de él.
Reiteró el compromiso del Departamento de Justicia de identificar y perseguir a las personas que explotan a los ciudadanos estadounidenses y hacen un uso indebido de los programas financiados por los contribuyentes.
El Departamento de Justicia, en colaboración con las fuerzas del orden federales y estatales, dirigió un esfuerzo de cooperación que dio lugar a la incautación o inmovilización de activos por valor de millones de dólares, que incluían dinero en efectivo, automóviles y propiedades inmobiliarias.
Un aspecto significativo de esta operación de fraude fue una presunta estafa de telemarketing que se cebaba en personas mayores y discapacitadas. Once acusados, implicados en reclamaciones fraudulentas por valor de 2.000 millones de dólares a través de esquemas de telemedicina, formaban parte de esta operación.
Te sugerimos: Abren inscripciones de seguro de salud, ten cuidado con el marketing engañoso
Según el Departamento de Justicia, estas personas están asociadas a supuestas empresas de software y servicios, en las que conspiraban para crear y vender plantillas de pedidos médicos de aparatos ortopédicos y cremas analgésicas a cambio de comisiones ilegales y sobornos.
El DOJ reveló que la operación utilizaba diversos métodos de marketing, incluidos anuncios por correo y televisión, para convencer a los destinatarios de que compraran equipos médicos y recetas innecesarias.
La acusación describe la plataforma de software como un conducto para que estos telemarketers facilitaran el pago de comisiones ilegales y sobornos a las empresas de telemedicina, asegurando las órdenes de los médicos para los beneficiarios de Medicare.
En un caso especialmente atroz, un médico del Distrito Este de Washington, que ahora se enfrenta a cargos, está acusado de firmar más de 2.800 pedidos fraudulentos de aparatos ortopédicos. Resulta alarmante que algunos pedidos fueran para pacientes que ya habían sufrido amputaciones de miembros.
El Departamento de Justicia también ha imputado a 10 acusados por su presunta implicación en reclamaciones fraudulentas de medicamentos con receta por valor de más de 370 millones de dólares. Además, 24 médicos y profesionales de la medicina autorizados, acusados de dar prioridad al beneficio personal, se enfrentan a cargos.”
