Una aventura familiar en Alaska terminó como una pesadilla para una familia de ocho miembros, cuando uno de los barcos que alquilaron para pescar sufrió un desastre que dejó tres muertos y dos desaparecidos.
La familia Tyau, de origen hawaiano, decidió reunirse durante el fin de semana del Día de los Caídos, luego de casi 10 años sin verse. El fin era reunir a la familia entera e ir a un viaje a una pesquería conocida por el salmón real y los peces de fondo.
Pero ahora dos hermanas y uno de sus maridos han muerto, mientras que la pareja de la otra y el capitán de la embarcación siguen desaparecidos en el sureste de Alaska, cuatro días después de que la embarcación apareciera parcialmente sumergida frente a una isla.
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Las autoridades suspendieron el lunes una búsqueda de más de 20 horas que abarcaba 2.100 kilómetros cuadrados (825 millas cuadradas) y no tienen previsto reanudarla.
Los investigadores de la Guardia Costera están trabajando para determinar la cronología y la causa del incidente. En la zona había olas de 1,8 a 3,35 metros, según un portavoz de los guardacostas.
Kingfisher Charters se negó a responder a las preguntas fuera de un comunicado emitido el miércoles y dijo que la compañía está “devastada por la pérdida de los huéspedes y el capitán del Awakin”.
¿Cómo pasó la tragedia de una familia en Alaska?
Las mujeres de la familia no tenían especial afición a la pesca pero se apuntaron a las vacaciones para pasar más tiempo en familia.
El jueves Michael Tyau y su esposa volaron de Los Ángeles a Alaska con Brandi Tyau, de 56 años, y Robert Solís, de 61 años. Se reunieron con sus padres, su hermana Danielle Agcaoili, de 53 años, y su marido, Maury Agcaoili, de 57, todos residentes en Hawai.
Toda la familia se alojó en un albergue de la empresa de alquiler de barcos Kingfisher Charters, en Sitka. La pequeña ciudad portuaria, con una impresionante montaña volcánica como telón de fondo, está situada a orillas de la isla de Baranof, que forma parte de un grupo de islas que se extienden por la costa sureste de Alaska.
La bitácora de la tragedia
Los barcos fletados por el clan Tyau, llamados Pockets y Awakin, zarparon el viernes en medio de condiciones difíciles. Michael Tyau dijo que sus hermanas y su esposa pasaron el día de travesía mareadas en los camarotes de los dos barcos y se saltaron el viaje del sábado para recuperarse en tierra.
Cuando amaneció el domingo, su último día de vacaciones antes de los vuelos del lunes a casa, las mujeres volvieron a unirse a los barcos. Danielle Agcaoili dijo que “no quería defraudar a nadie”, recordó Michael Tyau entre lágrimas.
Los capitanes de los barcos optaron por distintos lugares de pesca. A bordo del Pockets, Michael Tyau dijo que “de ninguna manera se sintió en peligro, como si esto no fuera seguro para pescar”.
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Los Pockets regresaron al lodge el domingo por la noche, pero la familia empezó a preocuparse cuando Brandi Tyau, Danielle Agcaoili, Maury Agcaoili y Solís no respondieron a los mensajes de texto y no llegaron para cenar.
El Awakin no había regresado, según informó la compañía de chárter a Michael Tyau, y habían perdido el contacto por radio con el capitán, Morgan Robidou, de 32 años.
Lo que ocurrió a bordo del Awakin el domingo sigue sin estar claro. Los esfuerzos por recuperar la embarcación de aluminio de 30 pies (9 metros) se han visto dificultados por el mar agitado y los fuertes vientos.
Los cadáveres de Brandi Tyau y Danielle Agcaoili se encontraron en el interior de la cabina. El cadáver de Maury Agcaoili fue descubierto cerca de la embarcación. Solis y Robidou seguían desaparecidos el jueves.
El barco fue visto por última vez el domingo por la tarde cerca de Sitka, según las autoridades, pero sobre las 19.00 horas del domingo fue hallado parcialmente sumergido frente a Low Island, a unas 10 millas (16 kilómetros) al oeste de Sitka.
