A pocas semanas de que Estados Unidos entre en incumplimiento de pagos si no se llega a un acuerdo sobre el techo de endeudamiento, las cosas parecen ir avanzando, pero a pasos pequeños.
Tras dos reuniones con los líderes republicanos del Congreso en las últimas semanas, que fueron, sobre todo, para ir abriendo el debate, el presidente Joe Biden decidió asignar a dos de sus principales asesores para negociar un acuerdo en los límites de endeudamiento.
Los elegidos son Steve Ricchetti, uno de los asesores más antiguos de Biden, y la directora de la Oficina de Administración y Presupuesto, Shalanda Young, ambos muy respetados en el Capitolio, según indicó Politico.
El anuncio tuvo buena recepción entre los republicanos de la instancia, quienes lo vieron como una señal de que las conversaciones se habían movido a un nuevo nivel.
“Ricchetti + Shalanda: un equipo tipo A”, dijo un asesor republicano.
Productivo pero pequeño
Aun con pequeñas luces de optimismo, la llegada de un nuevo equipo dispuesto a negociar ocurre en medio de la incertidumbre.
- Sobre las primeras dos negociaciones, el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, dijo que la “estructura” había mejorado, pero también apuntó a que los republicanos y los demócratas seguían distanciados.
- Aunque manifestó que sí creía que era posible llegar a un acuerdo para el final de la semana, agregó que era “lamentable que estemos donde estamos”.
- “Creo que preparamos el escenario para continuar las conversaciones”, dijo McCarthy. “El presidente acordó designar a un par de personas de su administración para que se sentaran y negociaran directamente con mi equipo, así que me di cuenta de que era productivo”.
Por su parte, Biden había calificado los encuentros como una “buena reunión productiva”.
Dijo que “todavía hay trabajo por hacer” y que el personal seguirá reuniéndose a diario.
Biden dijo que planea hablar regularmente con los líderes del Congreso durante los próximos días y expresó su esperanza de que las “negociaciones finales” puedan comenzar a su regreso de Japón, en donde asistirá a la cumbre del G-7.
En medio de las preocupaciones y urgencia por avanzar en las negociaciones, la Casa Blanca canceló una parte del viaje de Biden al extranjero.
Se suponía que el presidente visitaría Papua Nueva Guinea y Australia luego de la cumbre del G-7 en Japón. Pero ahora, Biden planea regresar a Estados Unidos el domingo inmediatamente después del G-7, según una persona familiarizada con los planes.
Dada la cantidad de tiempo que se necesita para aprobar un proyecto de ley en ambas cámaras del Congreso, McCarthy sugirió que las dos partes deben llegar a un acuerdo para finales de esta semana.
