En la mañana del domingo 30 de octubre inició la segunda vuelta de las elecciones presidenciales entre el exlíder izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva y el titular de extrema derecha Jair Bolsonaro.
156 millones de personas votarán en las elecciones. Se estima que los comicios finalicen a las 5:00 pm, hora Brasilia, y el sistema de votación electrónica del país confirmará los resultados unas dos horas después del cierre del proceso electoral.
Durante la primera vuelta, celebrada el 2 de octubre, ninguno de los dos candidatos obtuvo más del 50% de los votos, por eso se enfrentan en una segunda ronda.
Aunque en la primera vuelta Lula terminó adelante con más de seis millones de votos y alrededor de cinco puntos porcentuales más que Bolsonaro, el actual presidente ganó en los estados cruciales del sureste, como São Paulo y Río de Janeiro.
En la mañana ambos candidatos ejercieron su derecho al voto, Lula votó en una escuela pública del área metropolitana de São Paulo y Bolsonaro en un colegio del barrio Marechal en Río de Janeiro.
“Si Dios quiere, saldremos victoriosos más tarde hoy. O, mejor aún, Brasil saldrá victorioso”, expresó Bolsonaro antes de votar.
De acuerdo con una encuesta publicada el viernes por la empresa Datafolha, el 52% de los brasileños votarían por Lula, mientras que 48% elegiría a Bolsonaro.
Sobre Bolsonaro y Lula en las elecciones
Lula Da Silva fue presiente de Brasil durante dos mandatos, entre 2003 a 2006 y de 2007 a 2011. Dirigió al país en un auge de materias primas que ayudó a financiar planes de desarrollo social.
Dejó el cargo por la Operación Lava Jato, la investigación de corrupción más grande en Brasil que involucró a cientos de políticos y empresarios latinoamericanos. Lula fue condenado por corrupción y lavado de dinero en 2017, pero su condena quedó desestimada en 2021.
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Por su parte, en 2018 Jair Bolsonaro se postuló para presidente respaldado por el Partido Liberal con una campaña anticorrupción y el apoyo de líderes evangélicos del país.
Durante su presidencia la pobreza ha crecido y sus niveles de popularidad descendieron en la pandemia cuando en vez de reforzar las políticas de salud pública afirmó que la COVID-19 era una “simple gripe”.
En los años de gobierno de Bolsonaro se ha apoyado la explotación en la Amazonía, incrementando la deforestación a cifras récord. Ambientalistas aseguran que el futuro del bosque más grande del mundo está en juego en estas elecciones.
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Fuente principal de la noticia: CNN.