El trágico fallecimiento de George Floyd, un portero de discoteca de 46 años que se quedó sin trabajo a causa de la pandemia de COVID-19, provocó protestas e indignación en todo Estados Unidos. El episodio comenzó un lunes por la noche en Minneapolis, cuando la policía respondió a un informe sobre un hombre que supuestamente había utilizado un billete falso de 20 dólares para comprar cigarrillos.
Diecisiete minutos después, Floyd estaba sin vida en el suelo y fue declarado muerto poco después. Este desgarrador suceso condujo a la detención de cuatro agentes. Derek Chauvin fue acusado de asesinato en segundo grado y los otros tres fueron acusados de complicidad en asesinato.
El fiscal general Merrick Garland ofreció este viernes una rueda de prensa en el Departamento de Justicia para dar a conocer las conclusiones de una investigación sobre el Departamento de Policía de Minneapolis en Minneapolis.
El Departamento de Justicia publicó el viernes un informe sobre los abusos sistemáticos y la discriminación por parte de la policía de Minneapolis, resultado de una investigación de varios años que comenzó después de que el asesinato de George Floyd bajo custodia policial desatara protestas en todo el país.
¿Qué ocurrió?
Para comprender cómo pereció George Floyd bajo custodia policial, The Times examinó los videos de los transeúntes, las grabaciones de las cámaras de seguridad, el audio de los escáneres policiales y consultó a testigos y expertos, al tiempo que analizaba los documentos revelados por las autoridades. Este análisis esclarece los acontecimientos del 25 de mayo, que comenzaron con Floyd sentado en el lado del conductor de un todoterreno azul frente a Cup Foods, la tienda donde se utilizó el supuesto billete falso.
A las 19.57 horas, dos empleados de Cup Foods se enfrentaron a Floyd y a sus conocidos y les exigieron que devolvieran los cigarrillos. Tras no recuperarlos, los empleados se pusieron en contacto con la policía cuatro minutos más tarde. La transcripción del 911 reveló que el empleado caracterizó a Floyd como “extremadamente intoxicado” y “sin control de sí mismo”. Los agentes Thomas Lane y J. Alexander Kueng llegaron al lugar y se acercaron al todoterreno azul. Poco después, Lane sacó su pistola, aunque el motivo exacto sigue sin estar claro.
Le ordenaron a Floyd que pusiera las manos en el volante y, tras unos 90 segundos de diálogo, Lane lo sacó por la fuerza del todoterreno. Los agentes esposaron a Floyd y lo escoltaron hasta la pared de un restaurante cercano. Es crucial mencionar que, a pesar de la percepción de la policía de estar tratando con un individuo intoxicado e ingobernable, Floyd no había actuado con violencia y parecía estar ya angustiado.
A los seis minutos de la detención, los agentes intentaron trasladar a Floyd de vuelta a su vehículo. Sin embargo, Floyd se desplomó en el suelo y alegó que tenía claustrofobia, negándose a entrar en el coche policial. Mientras el forcejeo persistía, Floyd informó repetidamente a los agentes de que no podía respirar.
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A los nueve minutos de la detención, la aparición de los agentes Tou Thao y Derek Chauvin marcó un punto de inflexión crítico. Ambos agentes habían sido denunciados anteriormente: Thao había sido demandado por agredir a un hombre y Chauvin había estado implicado en tres tiroteos policiales, uno de ellos mortal. Chauvin se unió al esfuerzo por meter a Floyd en el coche y acabó tirando de él a través del asiento trasero hasta llevarlo a la acera.
Dos testigos empezaron a grabar la escena al mismo tiempo, mostrando a Floyd tumbado boca abajo en el suelo con tres agentes aplicándole presión en el cuello, el torso y las piernas. La rodilla de Chauvin permanecía sobre el cuello de Floyd, una técnica prohibida por la mayoría de los departamentos de policía y por la política del Departamento de Policía de Minneapolis, que sólo la permite si alguien “se resiste activamente”.
A pesar de las peticiones de asistencia médica y de las continuas súplicas de Floyd de que no podía respirar, Chauvin mantuvo la presión sobre su cuello durante otros siete minutos. Especialistas médicos y policiales han declarado que estas acciones violaron las políticas y, en este caso, resultaron fatales. La negligencia de los agentes a la hora de atender a Floyd mientras esperaba la ambulancia agravó aún más la situación.
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Veinte minutos después de la detención, apareció una ambulancia y Chauvin acabó retirando la rodilla del cuello de Floyd. Lamentablemente, era demasiado tarde: Floyd ya estaba en parada cardiaca y fue declarado muerto en un hospital cercano sobre las 21:25. Las autopsias preliminares realizadas tanto por el Estado como por la familia de Floyd dictaminaron que su muerte había sido un homicidio.
Aunque los videos de la detención, ampliamente difundidos, no ofrecen una visión completa de lo que le ocurrió a George Floyd, las grabaciones adicionales y el audio de las cámaras corporales de los agentes podrían revelar más sobre el forcejeo inicial y su escalada. La ciudad despidió rápidamente a los cuatro agentes, y los cargos contra ellos han sido archivados. No obstante, la indignación por la muerte de George Floyd sigue intensificándose, alimentando protestas y demandas de justicia y reforma en todo el país.
