Mary’s Center, reconocida institución de salud que atiende a unos 65 mil habitantes de bajos recursos de Washington DC y partes de Maryland, hace pocas semanas hizo reajustes en su nómina laboral. A 48 empleados (el 6% de toda la nómina) les notificó su despido.
Tollie B. Elliott, director ejecutivo de Mary’s Center, ante la pregunta de si habrá más despidos enfatizó que no se producirán más bajas laborales y que los recortes no afectan a las áreas de atención médica y dental.
“No recortamos el personal médico ni dental. En el servicio de salud mental tuvimos algunos supervisores que, por el bajo número citas, fueron afectados y los pacientes los transferimos a otros proveedores”, dijo. En otras palabras: no habrá reducción del número de consultas ni largas esperas para los pacientes, que en su mayoría son latinos.
Consultado por El Tiempo Latino sobre si los despidos son una consecuencia de la pandemia, Elliott respondió, vía email, que “sí y no”. Recordó que durante la crisis sanitaria, “Mary’s Center nunca cerró las puertas. Estuvimos en primera línea haciendo las pruebas y durante la fase de vacunación; hicimos lo posible por cubrir la creciente demanda, una vez terminada la emergencia hay más disponibilidad de servicios y apoyo”, en la ciudad.
Educación, información y atención en español
Este proveedor de salud comunitario tuvo una participación fundamental en la educación y difusión de información en español sobre el coronavirus, la vacuna, los servicios y ayudas existentes para la población hispana en DC, durante la pandemia. Estuvo entre los primeros proveedores en recibir y ofrecer las vacunas para la población de la tercera edad, los enfermos y los niños.
De hecho, cuando se anunció que comenzaba la fase de vacunación para los niños de las escuelas, fue en Mary’s Center donde se inocularon las primeras dosis, en presencia de la alcaldesa de la ciudad, Muriel Bowser. Mary’s Center también puso a rodar sus buses de salud llevando las vacunas a los barrios y formó alianzas para inmunizar a la población en horarios más compatibles con la población trabajadora.
Unos 27 mil residentes fueron vacunados por el personal de Mary’s Center, incluidos cinco mil niños menores de 12 años. Ese esfuerzo les mereció una invitación de la Casa Blanca para compartir esa exitosa experiencia.
Tiempo de desafíos
Metafóricamente, la post pandemia para la sociedad está siendo como el día después de un interminable vendaval, hay que salir del refugio y enfrentar las consecuencias y desafíos. Para los gobiernos y las instituciones este tiempo es de reajustes, adaptaciones y recortes.
Preguntado sobre si esos despidos han desmoralizado al resto de trabajadores, Elliott aseguró que “en conjunto, no”. Para él, “cada vez que hay una reducción de la fuerza laboral es difícil, pues quienes fueron afectados tienen familia, son amigos y colegas, el impacto lo estamos sufriendo todos. Como líder hay que tomar decisiones complicadas, pero necesarias para garantizar el crecimiento de Mary’s Center”.
A las personas que perdieron su empleo se les otorgó indemnizaciones hasta que logren hacer la transición hacia un nuevo empleo. “Hemos alertado a otros centros de atención de salud que están disponibles en el mercado laboral profesionales altamente calificados que han dedicado sus esfuerzos a trabajar por la comunidad”, reza una declaración enviada por Mary’s Center a este medio.
Lo que más resuena en la era postpandemia son los desafíos a enfrentar por la inflación y la suspensión de los fondos federales disponibles durante la emergencia sanitaria. Para Mary’s Center los factores antes mencionados y el aumento del costo de los suministros médicos “siguen siendo una carga financiera”. Eso obligó hacer una revisión del presupuesto y del gasto.
Promesa a largo plazo
Mary’s Center tiene 800 empleados, eso la convierte en una de las más grandes instituciones de salud comunitaria del área metropolitana. En palabras de Elliott “el compromiso es que todos los servicios que ha venido ofreciendo se mantengan íntegros por los próximos 35 años, porque tenemos un fuerte liderazgo en nuestro equipo de finanzas”. Esto es en referencia a casi el mismo número de años (34) que Mary’s Center lleva liderando la atención de salud a las minorías, en particular a los inmigrantes.
“Somos muy agradecidos de la ayuda federal y local, sabemos que no será en la misma escala por siempre. Además, es nuestra responsabilidad ante nuestros fundadores, donantes, empleados, y sobre todo nuestros pacientes demostrar que somos los mejores guardianes de nuestras finanzas”. En este proceso se están consolidando algunos programas y posiciones para seguir atendiendo sin demoras ni contratiempos.
Solo una misión: servir
Consultado sobre cuáles fueron los departamentos afectados por los despidos, Elliott respondió así: “Promovemos una cultura que, aunque muchos tenemos diferentes responsabilidades y espacios, está alineada a la sola misión de servir. Esa capacidad de adaptación hace que no se note el impacto en una sección más que en otra. Obviamente cualquier cambio afecta a todos, pero nuestro personal solo sabe moverse colectivamente en una sola dirección y esa es hacia adelante”.
Debido a la alta demanda de atención y servicios durante la pandemia y gracias a los subsidios del plan de rescate federal, creado durante la emergencia sanitaria, la nómina laboral de Mary’s Center había aumentado en un 10%.
