¿Para qué usar condón si existen métodos más fáciles para evitar el SIDA como la PrEP? En pleno siglo XXI, todavía hay quienes creen que el uso de preservativos es prescindible. Todavía hay quienes creen que el VIH es la única amenaza de transmisión venérea
Los resultados son para preocuparse. Aproximadamente la mitad de las nuevas infecciones de enfermedades de trasmisión sexual (ITS, por sus siglas en inglés) del 2021 se produjeron en jóvenes de entre 15 y 24 años, informaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
¿Por qué los dejan de usar?
The Washington Post reseñó que la venta de condones se ha hecho más difícil debido a los avances médicos y los medicamentos que reducen la transmisión del VIH.
Las personas que usan la profilaxis preexposición (PrEP) son menos propensas a usar preservativo, según un estudio publicado en la Revista de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Oxford.
Medicamentos como la píldora diaria o la PrEP permiten a las personas mantener relaciones sexuales sin preservativo con un riesgo drásticamente menor de contraer el VIH. Pero no dejan de ser susceptibles a otras enfermedades que se propagan a través de los fluidos y el contacto piel con piel.
Los jóvenes ya no usan condón
El porcentaje de estudiantes de secundaria que afirmaron haber usado condón la última vez que mantuvieron relaciones sexuales descendió del 63% en 2003 al 54% en 2019, según una encuesta anual del Gobierno de Estados Unidos.
Las encuestas federales de planificación familiar muestran que los preservativos pasaron de ser la principal herramienta anticonceptiva para el 75% de los hombres en 2011 al 42% de los hombres en 2021.
El efecto en la salud pública
Los CDC informaron que las infecciones por clamidia, gonorrea y sífilis alcanzaron a más de 2,5 millones de personas. A pesar de que algunas enfermedades sexuales como la hepatitis B o el virus de papiloma humano (VPH) pueden prevenirse con vacunas, aún no existen para la sífilis, gonorrea y la clamidia.
Un estudio publicado en febrero en la Revista de Enfermedades Infecciosas concluyó que estas ITS “causan una pérdida sustancial de años de vida ajustados por calidad durante toda la vida entre las mujeres infectadas”.
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