Las autoridades de Italia prohibieron temporalmente el chatbot de inteligencia artificial, ChatGPT, mientras investiga a la empresa que lo creó por supuesta violación a las normas de recopilación de datos.
La agencia italiana que se encarga de la protección de datos dijo el viernes que bloqueará inmediatamente a OpenAI, la empresa estadounidense creadora del chatbot. La recopilación de datos de los usuarios italianos se apega a las leyes de privacidad de la Unión Europea.
La agencia señaló su preocupación por la recopilación de datos personales de los usuarios por parte de la empresa financiada por Microsoft y su falta de un filtro para verificar la edad de las personas que utilizan el servicio.
La autoridad de datos italiana citó una filtración de datos en marzo, que según la empresa permitió a algunos usuarios ver información sobre el historial de chat de otros usuarios y la información de pago de algunos usuarios. OpenAI anunció la semana pasada que había corregido el error. Los reguladores europeos investigan con regularidad a las empresas tecnológicas estadounidenses por filtraciones de datos y faltas a la privacidad, pero es raro que un gobierno occidental tome la medida de prohibir una aplicación.
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El regulador citó preocupaciones más amplias sobre las prácticas de recopilación de datos de OpenAI, que podrían afectar a una serie de empresas que construyen sistemas aspirando enormes volúmenes de datos, a menudo extraídos de Internet.
La agencia italiana afirmó en un comunicado de prensa que “la recogida y el tratamiento masivos de datos personales para “entrenar” los algoritmos en los que se basa la plataforma carecen de base jurídica”, destaca The Washington Post.
La prohibición señala los retos normativos y de cumplimiento que se avecinan para OpenAI, ya que la capacidad de ChatGPT para mantener conversaciones extraordinariamente parecidas a las humanas sobre temas complejos, redactar correos electrónicos y generar artículos ha asombrado al público.
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La actuación de Italia es una señal de que los reguladores europeos pueden ser más agresivos que sus homólogos estadounidenses a la hora de intentar regular el futuro de la inteligencia artificial. La U.E. tiene normativas de privacidad más estrictas que Estados Unidos, que carece de una ley federal integral de privacidad del consumidor. También se espera que el bloque reanude este año las negociaciones sobre una nueva regulación de la inteligencia artificial.
