Un nuevo “objeto de gran altitud” fue derribado sobre el espacio aéreo canadiense de Yukón, informaron altos funcionarios estadounidenses y canadienses el sábado por la noche.
Esta es, hasta ahora, la última acción de una serie de respuestas a naves aéreas inusuales sobre América del Norte.
Justin Trudeau, primer ministro canadiense, reveló el último incidente en informó en tuits que aviones de combate canadienses y estadounidenses habían sido movilizados y que un “F-22 estadounidense disparó con éxito contra el objeto”.
“Hablé con el presidente Biden esta tarde. Las fuerzas canadienses ahora recuperarán y analizarán los restos del objeto”, comunicó el primer ministro.
El derribo en el espacio aéreo canadiense marca la tercera vez en una semana que un F-22 estadounidense hace caer una nave misteriosa.
Tres objetos derribados en el espacio aéreo en una semana
En el primer caso trata sobre un dirigible chino que, según el Pentágono, tenía capacidades de espionaje y fue derribado el 4 de febrero frente a las costas de Carolina del Sur, luego de haber sido visto inicialmente frente a las costas de Alaska el 28 de enero.
Posteriormente, el viernes 10 de febrero autoridades de la Casa Blanca reportaron que un avión de combate estadounidense derribó un “objeto de gran altitud” en el espacio aéreo de Alaska.
Los incidentes han alarmado a los legisladores estadounidenses y, en el primer caso, llevaron a la administración Biden a defender si estaba haciendo lo suficiente para proteger el espacio aéreo estadounidense.
El sábado por la noche, la Administración Federal de Aviación restringió temporalmente los vuelos en el norte de Montana, cerca de la ciudad de Havre, considerándolo “espacio aéreo de defensa nacional”.
Más tarde, el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte anunció que había “detectado una anomalía en el radar y enviado aviones de combate para investigar”, pero que “no identificó ningún objeto para correlacionar con los impactos del radar”.
El general Patrick Ryder, un portavoz del Pentágono, informó el sábado que después de una llamada entre Trudeau y Biden, el presidente autorizó a los pilotos estadounidenses a derribar el objeto sobre el Yukón.
El objeto fue detectado por primera vez el viernes por la noche por NORAD, una organización que incluye personal militar de EEUU y de Canadá para salvaguardar los cielos de América del Norte.