El presidente Joe Biden realizó una visita rápida y no anunciada a Kiev el lunes, en una muestra del sólido apoyo estadounidense a Ucrania solo cuatro días antes del aniversario de la invasión a gran escala de Rusia.
La visita de alto riesgo indica el compromiso continuo de Estados Unidos, el mayor patrocinador financiero y militar de los esfuerzos de Ucrania para repeler a los invasores rusos de su territorio.
Biden y Volodímir Zelensky se reunieron fuera del Monasterio de las Cúpulas Doradas de San Miguel poco antes del mediodía hora local, su aparición coronó horas de especulación durante un intenso bloqueo de seguridad que paró el tráfico de automóviles e incluso a los peatones en ciertas calles.
Tras conversaciones con Zelensky y una visita a la embajada de Estados Unidos, Biden partió de Kiev varias horas después, según un reportero que viajaba con él.
Aunque breve, la visita de Biden representó uno de los viajes presidenciales más notables en la historia moderna, enviándolo a un país en guerra y una ciudad bajo bombardeos regulares sin la fuerte presencia militar de los EEUU que proporcionó un escudo protector durante las visitas a Irak o Afganistán.
En su visita Biden promete apoyo militar de Estados Unidos a Ucrania
Biden informó que Estados Unidos proporcionaría otros 500 millones de dólares de asistencia a Ucrania.
Insistió que el país seguirá respaldando a Ucrania contra Rusia “durante el tiempo que sea necesario”, a pesar del apoyo de la opinión pública estadounidense y la falta de perspectivas de conversaciones de paz a corto plazo.
Su administración ha proporcionado unos $30 mil millones en ayuda de seguridad desde que el presidente Vladimir Putin envió fuerzas rusas a Ucrania el 24 de febrero de 2022, iniciando la guerra terrestre más grande en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, una que le ha costado al país y a Ucrania cientos de miles de damnificados.
Bajo el liderazgo de Biden, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN han ampliado gradualmente la variedad de armamento que se comprometieron a incluir tanques pesados, pero los líderes ucranianos continúan presionando para obtener armas más sofisticadas mientras los combatientes se preparan para nuevas ofensivas esta primavera.
Biden expresó que su visita tenía como objetivo reafirmar el respaldo estadounidense a la soberanía e integridad territorial de Ucrania, que Rusia ha violado desde 2014, cuando Putin anexó la península de Crimea de Ucrania y lanzó su apoyo a una campaña separatista en la región oriental de Donbas.
La Casa Blanca ha intentado presentar el conflicto cada vez más profundo como una batalla de alto riesgo que determinará no solo el destino de Ucrania, sino también el de las democracias y el estado de derecho en todas partes, argumentando que si se le permite a Putin apoderarse por la fuerza de partes de otra nación, dará luz verde a otros autócratas.
