Un psicólogo británico, de 32 años, desarrolló coágulos sanguíneos y murió 10 días después de recibir la primera dosis de la vacuna COVID-19 de Astrazeneca, confirmó un reporte publicado el miércoles por un forense de Londres.
El fallecimiento, un caso muy poco frecuente de reacción mortal a la vacuna, está en investigación a solicitud de Charlotte Wright, la viuda del Dr. Stephen Wright. El psicólogo murió el 26 de enero de 2021, como resultado de “consecuencias no deseadas de la vacunación”. La viuda Wright ha demandado a AstraZeneca.
El informe destaca que el Dr. Wright, de Kent, Inglaterra, tuvo un derrame cerebral y una hemorragia, así como trombosis inducida por la vacuna de Astrazeneca, o coágulos de sangre, y trombocitopenia, una condición que ocurre cuando el nivel de plaquetas en la sangre es anormalmente bajo.
Biden pone fin a la emergencia nacional por covid-19, ¿qué implica?
“En realidad es bastante raro y, al fin y al cabo, hay que considerar los riesgos frente a los beneficios con cualquier cosa que se haga”, dijo Daniel Salmon, director del Instituto para la Seguridad de las Vacunas de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins. “Y si nos fijamos en las vacunas, son muy seguras y muy eficaces”.
Y añadió: “Nada está exento de riesgos. Y si decides no vacunarte, corres un mayor riesgo de contraer la enfermedad y de sufrir graves consecuencias.”
La investigación concluyó que el Dr. Wright era un “hombre sano y en forma” que recibió su primera dosis de la vacuna de AstraZeneca el 16 de enero de 2021. Según la investigación, se despertó con dolor de cabeza el 25 de enero de 2021 y más tarde sintió entumecimiento en el brazo izquierdo.
Acudió a urgencias poco después de medianoche y se le detectó hipertensión arterial y trombosis venosa del seno sagital. Fue trasladado a otro hospital sobre las 6.30 de la mañana, pero no estaba en condiciones de ser operado debido a la hemorragia y a un nivel muy bajo de plaquetas. Murió a las 6:33 p.m.
Las trombosis son casos raros
Desde 2021, los investigadores han citado casos raros en los que las personas han desarrollado el síndrome de coagulación de la sangre conocido como STT después de recibir las vacunas Covid de Johnson & Johnson o AstraZeneca, que son similares. Los casos suelen producirse a las pocas semanas de la vacunación.
Los expertos siguen recomendando encarecidamente la vacunación, afirmando que aunque las vacunas se asocian a ciertos efectos secundarios poco frecuentes, esos riesgos quedan empequeñecidos ante los riesgos del propio coronavirus.
Los investigadores han calculado que las vacunas contra el coronavirus han salvado millones de vidas, incluidas unas 507 mil en el Reino Unido durante el primer año en que se administraron.
No, un documento viral de Pfizer no indica que las vacunas contra el COVID-19 contengan óxido de grafeno
Gran Bretaña prohibió el uso de la vacuna de AstraZeneca a menores de 30 años en abril de 2021, alegando el riesgo de coágulos sanguíneos poco frecuentes.
En los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos limitó el uso de la vacuna de Johnson & Johnson en mayo de 2022 a los adultos que no pueden o se niegan a recibir las vacunas de Pfizer-BioNTech o Moderna, también citando el riesgo de coágulos sanguíneos raros.
La vacuna Covid de AstraZeneca no ha sido aprobada para su uso en Estados Unidos, y el año pasado la empresa retiró su solicitud de aprobación de la FDA.