Según las grandes cadenas de tiendas como Target, Best Buy y Macy’s la demanda de los consumidores muestra signos de debilitamiento debido a la presión de la inflación y esto comienza a afectar en el comportamiento de compra de algunos clientes.
Los clientes están recortando gastos en artículos no esenciales, como ropa, electrónica y mejoras para el hogar. En su lugar centran su gasto en comestibles y artículos domésticos de primera necesidad
El CEO de Target, Brian Cornell, declaró a CNN que el aumento de la inflación ha obligado a las familias a priorizar su gasto en productos esenciales
Como consecuencia de esta tendencia, es posible que los retailers empiecen a ofrecer más descuentos para atraer a los clientes y reducir las existencias.
La tasa de inflación de la ropa se ha ralentizado y los precios de los productos electrónicos han disminuido, lo que ha dado lugar a un entorno promocional más competitivo.
El director financiero de Under Armour, David Bergman, predice que este entorno promocional persistirá durante más tiempo.
Varios minoristas prevén un descenso de las ventas este año debido a los cambios en el comportamiento de los consumidores.
Por su parte, el director financiero de Best Buy, Matt Bilunas, atribuye el descenso, previsto de entre el 3% y el 6% de las ventas comparables, al impacto del entorno macroeconómico en el gasto de los consumidores en el sector de la electrónica.
Sin embargo, algunas cadenas de descuento como TJ Maxx y Marshalls esperan que las ventas comparables aumenten hasta un 3% este año, ya que los consumidores buscan gangas.
Los supermercados de descuento como Aldi también han experimentado un aumento de las visitas de compradores, según la empresa de análisis de consumidores Placer.ai.
En general, se espera que el sector minorista se enfrente a un año difícil, con varias quiebras ya presentadas por empresas como Party City, Tuesday Morning, Serta Simmons e Independent Pet Partners.
Las agencias de calificación crediticia también han declarado en quiebra a Bed Bath & Beyond, Rite Aid, Joann Fabric y otras cadenas debido a sus prolongados problemas financieros y a su vulnerabilidad ante las difíciles condiciones económicas.
