Numerosos estados han implementado o considerado acciones dirigidas a limitar el acceso de los jóvenes LGBTQ+ a la atención médica de afirmación de género.
Cuatro estados (Alabama, Arkansas, Texas y Arizona) han promulgado recientemente este tipo de restricciones (aunque las leyes de Alabama, Arkansas y Texas han sido bloqueadas temporalmente por sentencias judiciales) y, en 2022, 15 estados están estudiando 25 leyes similares.
La atención por afirmación de género en varios estados del país está repleta de obstáculos llenos de transfobia ante comités legislativos, audiencias y, sobre todo, legisladores que han mostrado actitud negativa y comentarios inapropiados acerca de la elección de muchos individuos transgénero
La falta de empatía respecto a la comunidad LGTBIQ+ es un tema que aún está presente en el ámbito público de la personas trans cuando se remiten a poderes públicos.
A los defensores de los derechos les preocupa que la retórica cada vez más hostil hacia las personas transgénero pueda tener un efecto amedrentador sobre quienes quieran manifestarse en contra de las nuevas restricciones y pueda causar un daño duradero a una comunidad de jóvenes trans que ya está marginada.
Al momento se considera que hay una avalancha de propuestas legislativas antitransgénero en todo Estados Unidos según Human Rights Watch.
Este año en Dakota del Sur y Utah habrá prohibiciones para brindar atención médica a menores que afirmen su género.
Se espera que los gobernadores republicanos de Tennessee y Mississippi también promulguen prohibiciones similares. Aunque en Arkansas y Alabama existen prohibiciones, éstas fueron temporalmente bloqueadas por jueces federales.
La que tiene más notoriedad es la SBl199 en Arkansas. Este proyecto de ley pretendía prohibir los tratamientos médicos de reafirmación de género para menores transexuales, incluida la terapia hormonal y la cirugía de confirmación de género.
La ley fue aprobada por la Cámara de Representantes y el Senado de Arkansas, pero posteriormente fue vetada por el gobernador Asa Hutchinson.
Sin embargo, la asamblea legislativa anuló el veto, convirtiéndose en el primer estado de Estados Unidos en promulgar una ley de este tipo.
Tratos humillantes
Para complementar, el maltrato que reciben las personas transgénero es Arkansas es notorio.
La farmacéutica Gwendolyn Herzig, transgénero, testificaba ante una comisión legislativa. Este mes habló ante varios legisladores de Arkansas en una sala de audiencias repleta de gente sobre el proyecto de ley que restringe la atención a menores para la confirmación de su sexo.
Durante las preguntas de seguimiento, el senador republicano Matt McKee preguntó a Herzig si era transgénero.
Cuando ella dijo que sí, le preguntó: “¿Tienes pene?”
La pregunta fue recibida con abucheos y jadeos audibles en la abarrotada sala del comité.
“Nunca me habían humillado tan públicamente en mi vida”, declaró Herzig a The Associated Press en una entrevista días después.
El senador estatal McKee declaró en un comunicado escrito lo siguiente: “Como padre de cuatro hijas, haré todo lo que esté en mi mano para proteger a mis hijos y a los niños de Arkansas, especialmente de la mafia de los woke que pretende hacernos tragar su agenda y sus creencias y destruir a nuestras familias”.
Las preguntas formuladas por McKee tenían un tono similar a las dirigidas a Avery, una adolescente transgénero y no binaria, al declarar ante los legisladores de Missouri el año pasado.
Avery testificaba contra una propuesta que prohibía a las niñas y mujeres trans participar en equipos deportivos acordes con su identidad de género.
Durante la vista, un legislador preguntó a Avery si iban a “seguir el procedimiento”. Desde ese intercambio, Debi Jackson, su madre, dijo que Avery no ha querido volver a declarar ante la Legislatura.
En el caso de Herzig, afirma que probablemente no habría testificado si hubiera sabido que le iban a preguntar por sus genitales.
“Sentí que estaba bastante preparada para cualquier pregunta combativa”, dijo. “Excepto ésa”.
