Uno de los mayores signos de que Ucrania se levanta de la crisis humanitaria, creada por la invasión rusa desde el 24 de febrero de 2022, es la reconstrucción de vías y edificios bombardeados.
Desde entonces la fuerza aérea ucrania ha reportado que los rusos lanzaron 32 misiles de crucero y balísticos desde aviones bombarderos y barcos, de los que la mitad han sido derribados.
También los militares rusos han enviado un número indeterminado de drones explosivos.
Según las autoridades militares y civiles de Ucrania, los bombardeos han alcanzado objetivos en el oeste, norte y el centro del país, originando que instituciones gubernamentales, plazas y edificaciones domiciliarias queden en ruinas.
La guerra no parece tener un final pronto, el gobierno de Ucrania aseguró esta semana que Rusia mantiene su dura ofensiva en la zona para lograr el control total sobre Donetsk, una de las cuatro regiones que Moscú se anexionó unilateralmente en septiembre de 2022 y que no ha logrado aún ocupar totalmente.
También advirtió de que la amenaza de que Rusia lance ataques con misiles “sigue siendo alta en toda Ucrania” y, por ello, las autoridades ucranianas mantienen un refuerzo de las medidas de seguridad en todo el país.
Sin embargo, en menos de un año el gobierno ucraniano ha levantado nuevamente las edificaciones, con la ayuda de fondos internacionales que han sido donados para este fin.