Vitaminas, minerales, aminoácidos… ¿qué otros suplementos conoces? Y más importante ¿sabes si en realidad los necesitas? La mayoría de las personas adultas en Estados Unidos, incluyendo latinos, los toman y la tendencia se comienza a trasladar a los jóvenes.
De acuerdo con un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), 58,5% de los adultos y 34,8% de los niños y adolescentes estadounidenses usan suplementos.
En el estudio, publicado en abril de este año, también se descubrió que los adultos latinos tomaban suplementos en menor cantidad que sus pares blancos y asiáticos. ¿Pero es algo necesario? y ¿cuáles carencias alimenticias tenemos que suplir los latinos?
¿En qué tienen deficiencia los latinos y por qué?
Diferentes estudios realizados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) han revelado que los latinos tenemos principalmente deficiencia de vitamina D, ácido fólico y hierro.
Un factor esencial es la alimentación. “Lamentablemente, nosotros como latinos aquí nos llevamos mucho de cómo se alimentan algunas personas en Estados Unidos. Cogemos esa costumbre de muchas comidas rápidas”, explicó Denisse Nuñez, pediatra intensivista en el Hospital de niños de Montefiore, en Nueva York.
Nuñez señaló que los alimentos que consumimos son los que provocan deficiencia en la nutrición. “Aunque tenemos aquí todo para poder comer saludable, es fácil conseguir comida rápida, muy fácil”.
La pediatra explicó que muchos padres latinos tienen trabajos de tiempo completo en los que no pueden prestar atención a la alimentación de sus hijos, y en lugar de concentrarse en darles la alimentación adecuada optan por la comida rápida que es menos costosa.
“Si tú vas a comprar una comida rápida, te cuesta $1. Y si vas a comprar una fruta la fruta no te va a costar $1 sino más”, agregó.
En el caso de la vitamina D influye la zona del país en la que residimos. También conocida como “vitamina solar” la principal fuente natural para conseguirla es la exposición a la luz del Sol, por lo que las personas que viven en la zona tropical son quienes tienen más predisposición a esta vitamina.
“La calidad de la luz solar de estos países, cómo Estados Unidos, Canadá o los países muy al sur, es menor”, explicó Álvaro Puig, MD, director médico APMD, Privia Medical Group en Arlington, Virginia.
Vitamina D
Los adolescentes hispanos tienen niveles bajos de vitamina D que disminuyen aun más con la edad, reveló un estudio de 2022 de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Houston. Así también ocurre con los niños y adultos latinos que viven en EEUU, pero el médico Puig indicó que este déficit es común en toda la población.
“La vitamina D es una de las pandemias que ha habido. Pero no solamente en los latinos, sino en la población en general”, expresó Puig.
El factor más importante es que en países como EEUU es difícil recibir la vitamina D de forma natural. Los niveles bajos de vitamina D se asocian con enfermedades cardiovasculares, ciertos cánceres, diabetes tipo 2 y enfermedades renales. Todas en las que los latinos tienen una incidencia más alta.
Los latinos podemos conseguir vitamina D a través de diferentes alimentos como salmón, trucha, atún, huevos y productos lácteos enriquecidos con ella, no sólo mediante suplementos.
Ácido fólico
Las mujeres hispanas tienen niveles más bajos de ácido fólico en sangre que las blancas. Un estudio publicado en el Journal of Women’s Health también descubrió que tienen menos probabilidades de consumir alimentos enriquecidos en este tipo de vitamina B o de tomarlo en un multivitamínico.
Esta vitamina es especialmente necesaria para las mujeres embarazadas, ya que previene un defecto del tubo neural del bebé en desarrollo, destacaron los CDC.
El ácido fólico se encuentra naturalmente en alimentos como las hortalizas de hojas verdes, frutas cítricas y frijoles. Muchos de ellos no consumidos por los latinos.
“No comen habichuelas o granos, ni vegetales, sino que comen mucha comida rápida y esa creo que es la mayor causa”, remarcó la doctora Nuñez.
Muchas veces resulta difícil obtener el ácido fólico de los alimentos, y a pesar de tener una dieta balanceada, nuestro médico puede recomendar un suplemento.
“Si el paciente tiene ya la deficiencia de por sí, yo les recomiendo que aunque la dieta balanceada tenga los suplementos que necesita tome las medicinas que el doctor le indique”, comentó Nuñez.
Hierro
Una investigación publicada en 2020 en la Biblioteca Nacional de Medicina (NIH) reveló que las mujeres hispanas y afroamericanas presentan un déficit de hierro mayor que las blancas y asiáticas. Específicamente entre las mujeres estadounidenses de ascendencia mexicana.
El hierro es un mineral necesario para el crecimiento y el desarrollo del cuerpo. Nuñez comentó que los pacientes que observa con deficiencia de hierro suele ser por la nutrición.
La doctora señaló que la sangre dura tiempo para renovarse, por lo que cuando hay deficiencia de hierro se recomienda un suplemento y, al mismo tiempo, cambiar los hábitos alimenticios.
Se deben añadir ciertos alimentos para crear un balance y cuando se termine de tomar esos suplementos seguir una dieta balanceada.
El doctor Puig recomendó a los latinos obtener hierro a través de alimentos como las vísceras, el vaso y la sangre animal. También mencionó una preparación típica de Latinoamérica: la morcilla. Un embutido relleno de sangre que se cuece o se seca y se mezcla con un relleno hasta que es lo suficientemente espesa como para solidificarse.
“La morcilla es una fuente buenísima de hierro porque tiene bastante acumulado de sangre. Las vísceras como tal tienen bastante también”, señaló Puig.
Aunque lo ideal sería poder obtener las vitaminas y minerales de nuestra dieta, muchas veces es necesario tomar suplementos. Pero siempre debemos tener en cuenta los riesgos que conlleva el consumo excesivo y consultar previamente a un médico.
“Todas las vitaminas, todos los suplementos, todos los que te metas a la boca en exceso hacen daño”, advirtió Nuñez.
Incluso es posible intoxicarse con suplementos. “Simplemente el hecho de ser una sustancia natural no va a significar que no tengamos problemas o efectos adversos”, dijo Puig
Muchos de los suplementos se convierten en una medicina; y como con todo fármaco, hay que conocer cuál es la dosis adecuada.
Nuñez recomendó asistir al médico y hablar todos los años para realizarse exámenes rutinarios y tener la asesoría de un profesional para saber qué suplementos tomar.
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