Si solo tienes unos segundos, lee estas líneas:
- Lo primero es borrar. Si lo dejamos publicado, aunque rectifiquemos, es posible que se continúe difundiendo sin la explicación y quien lo vea piense que es cierto
- Rectificar es de sabios: si nos hemos equivocado, no pasa nada por contarlo.
- Si hay un desmentido publicado sobre ese contenido, ayuda a difundirlo
A través de WhatsApp, Facebook o TikTok nos llega un contenido, quizá afín a nuestras creencias, que damos por válido y compartimos en redes sociales sin haber comprobado antes si es cierto o no. Poco después (¡boom!) nos damos cuenta de que el contenido es falso. ¿Qué hacemos ahora?
A todos nos ha podido pasar, incluso más de una vez, porque todos y cada uno de nosotros somos susceptibles de caer en la desinformación. Si te ha ocurrido y la has compartido, estás a tiempo de enmendar el error. ¿Cómo? Siguiendo estos 3 pasos: eliminar la desinformación, rectificar y difundir el desmentido, si lo hay.
Borrar
Para frenar la desinformación hay que parar la difusión del contenido falso. Si lo dejamos publicado, aunque rectifiquemos, es posible que se continúe difundiendo sin la explicación y quien lo vea piense que es cierto. De hecho, las desinformaciones suelen llegar más lejos y más rápidamente de lo que lo hace la información.
Por eso es muy importante eliminar la falsedad de la red social, blog o web en la que lo hemos publicado para que la desinformación no se siga difundiendo sin cortapisas.
Rectificar
Rectificar es de sabios: si nos hemos equivocado, no pasa nada por contarlo. Además, si ya hemos borrado el contenido debemos explicar por qué lo hemos hecho o, de lo contrario, las personas que ya lo habían visto no sabrán que lo hemos retirado por ser una desinformación.
Difundir el desmentido
Este es el otro paso fundamental en la lucha contra la mentira. Si hay un desmentido publicado sobre ese contenido, ayuda a difundirlo. Para empezar, las personas que vean tu perfil no sólo encontrarán la rectificación, sino que además les estarás dando herramientas para que no se lo crean si lo ven publicado en otro lugar.
Si, en cambio, a esa persona ya le había llegado la desinformación y ve tu perfil posteriormente, le estarás mostrando las evidencias por las que ese contenido que ya ha visto es falso.
Además, la publicación de un desmentido ayuda a aplanar la curva de la desinformación. Por lo tanto, es muy importante difundir el desmentido. Si no lo encuentras o crees que no está verificado, puedes enviarnos el contenido a nuestro chatbot de WhatsApp al +16468736087 . Si lo tenemos, te llegará automáticamente y si no, nuestro equipo de verificadores podrán ponerse en marcha para investigarlo.
Esto se entiende muy bien con el ejemplo de una desinformación que se difundió sobre la exministra de Asuntos Exteriores del Gobierno de España, Arancha González Laya, quien supuestamente había confundido al entonces presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, con Bin Laden en una entrevista. El contenido comenzó a difundirse a través de WhatsApp una noche y en Maldita.es, medio cofundador de Factchequeado, publicaron el desmentido a la mañana siguiente, cuando había saltado también a Twitter. Según una investigación de Mariluz Congosto, especializada en el análisis del discurso en Twitter, el desmentido “frenó drásticamente” la difusión de esa desinformación en la red social.
Todos estos consejos sirven para las redes sociales, pero si en lugar de haberlo publicado en redes lo hemos enviado a un grupo de WhatsApp o Telegram, o a un chat privado, la mejor manera de proceder es avisar por esa vía de que hemos difundido una desinformación y enviar el desmentido. Seguro que tus contactos te lo agradecerán.
Y si nos encontramos con una desinformación en redes sociales, ¿qué podemos hacer?
Si en vez de haberlo publicado nosotros, nos encontramos con un contenido que sabemos que es falso mientras hacemos doomscrolling en alguna de las redes sociales que usamos a diario, ¿qué debemos hacer?
Aunque el primer impulso sea comentar la publicación y dejar claro que se trata de una falsedad, es mejor que no lo hagamos. Interactuar con la publicación contribuye a amplificarla. Lo que hay que hacer es denunciar el contenido ante la red social en la que está publicado y difundir el desmentido. Así puede que le llegue antes a otras personas que la propia desinformación.
Y si la desinformación nos ha llegado a través de un chat de WhatsApp o Telegram, hay que hacerle ver a la persona que lo ha enviado que está equivocada, pero ojo, sin ridiculizar ni ser condescendiente ya que de lo contrario podría rechazar nuestra explicación.
Factchequeado es un medio de verificación que construye una comunidad hispanohablante para contrarrestar la desinformación en Estados Unidos. ¿Quieres ser parte? Súmate y verifica los contenidos que recibes enviándolos a nuestro WhatsApp +16468736087 o a factchequeado.com/whatsapp.