La información correspondiente fue publicada en el portal oficial ruso de información legal: la decisión de suspender el tratado de New START entró en vigor. Previamente, la medida, anunciada por el presidente Vladimir Putin en su discurso sobre el estado de la nación el 21 de febrero, recibió el visto bueno de ambas cámaras del Parlamento ruso.
Putin anunció en su mensaje que Rusia se veía obligada a congelar su participación en el tratado debido a la política de Occidente.
De acuerdo con la nueva ley, será el jefe del Kremlin el que decida en el futuro si Moscú retorna al cumplimiento de sus obligaciones en el marco de ese tratado de control de armas.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, señaló la semana pasada que la suspensión del tratado es una decisión difícil, pero “la única correcta”.
Tope de 1 mil 550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos para cada una de las dos potencias
“En estas condiciones, es imposible interactuar (con los Estados Unidos) como antes en un área tan clave e importante como el control de armas”, dijo.
Mientras, el embajador ruso en EEUU, Anatoli Antónov, culpó a Washington del incumplimiento sistemático de sus obligaciones en el marco del tratado, lo que también llevó a su suspensión.
El Departamento de Estado de EEUU informó esta semana de que aún no había recibido la notificación oficial sobre la suspensión del Nuevo START.
El Nuevo START fue firmado en Praga el 8 de abril de 2010 por los entonces presidentes de EEUU, Barack Obama, y de Rusia, Dmitri Medvédev. El tratado limitó el número de armas nucleares estratégicas, con un máximo de 1 mil 550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos para cada una de las dos potencias en tierra, mar o aire.
jov (efe, wdr5)