El presidente ruso, Vladimir Putin, busca añadir formalmente cuatro regiones ucranianas a su territorio. Para ello firmará documentos que el Kremlin llama “tratados de adhesión”. Sin embargo, esto no es reconocido en el ámbito internacional.
La ceremonia de firma, que será el viernes en el Gran Palacio del Kremlin, marca el intento de Putin de anexar las regiones de Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporizhzhia, aunque Rusia no controla completamente ninguna de ellas ni militar ni políticamente.
En estos territorios la semana pasada se llevó a cabo un referéndum para que la población eligiera si quiere unirse o no a Rusia. La elección es considerada ilegal según el derecho internacional y en su ejecución líderes ucranianos denunciaron amenazas de oficiales rusos contra el pueblo para que votaran a favor de la anexión.
Estas cuatro regiones representan el 18% del territorio de Ucrania.
La medida de Putin, que desafía las severas advertencias internacionales, incluida la del presidente Joe Biden, cierra la puerta a la diplomacia en los próximos años y asegura una mayor escalada de la guerra en Ucrania, con Kiev insistiendo en que luchará para recuperar todos sus territorios.
La reciente declaración de Putin de una movilización militar parcial de reservistas, destinada a activar cientos de miles de refuerzos para su despliegue en Ucrania, y el sabotaje esta semana de dos gasoductos de gas natural Nord Stream en el Mar Báltico han hecho temer que el líder ruso se esté preparando para un largo conflicto con la OTAN.
Los funcionarios rusos también advirtieron que podría usar un arma nuclear para defender los territorios ucranianos una vez que sean absorbidos por Rusia.
La medida de Putin, que es una flagrante violación del derecho internacional, aislará aún más a Rusia y desencadenará nuevas sanciones occidentales.
Sin embargo, Putin parece tener la esperanza de que una guerra larga y brutal finalmente debilite el apoyo occidental a Ucrania y reduzca la ayuda militar y económica que proporciona un salvavidas a Kiev.
La anexión a Rusia de cuatro regiones ucranianas
Una ola de soldados rusos recién movilizados que ya llegan a Ucrania con relativamente poca preparación probablemente no será suficiente para que Moscú lance ofensivas en las próximas semanas para obtener el control total de las regiones que está anexando, según expertos militares, pero puede ayudar a Rusia a mantener el territorio durante el invierno.
Los delegados rusos de las cuatro regiones parcialmente ocupadas viajaron a Moscú el miércoles para la firma de los tratados. El parlamento oficial de Rusia, que se reunirá el lunes y el martes, seguramente aprobará los tratados y luego adoptará enmiendas a la constitución para formalizar la anexión, en un proceso que se parece a la adhesión ilegal de Crimea por parte de Rusia en 2014.
La anexión marca quizás el momento más oscuro en las relaciones entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría, ya que la OTAN advirtió el jueves que el daño a los dos oleoductos Nord Stream fue el resultado de “actos de sabotaje deliberados, imprudentes e irresponsables”.
“Nosotros, como aliados, nos hemos comprometido a prepararnos, disuadir y defendernos del uso coercitivo de la energía y otras tácticas híbridas por parte de actores estatales y no estatales”, dijo la OTAN en un comunicado.
“Cualquier ataque deliberado contra la infraestructura crítica de los aliados se enfrentaría con una respuesta unida y decidida”, aseguró la organización.
Fuente principal de la noticia: The Washington Post.