Millones de estadounidenses ven bajar sus facturas, sobre todo en el precio de la gasolina. Pero uno de los rubros que durante meses ha tenido incrementos persistentes y empuja la inflación es el de alimentos.
Los precios de los alimentos aumentaron un 13% en el último año y un 0,7% solo en septiembre, superando la tasa de inflación anual del 8,2% para todos los productos de consumo, según los datos más recientes del Departamento de Trabajo.
La inflación aumentó en agosto impulsada por precios más caros en alimentos y vivienda
¿Lo peor? Los precios podrían podrían cerrar el año con un aumento entre 9% y 10% con respecto a 2021. En 2023 se prevé que suban todos los precios del rubro entre un 2,5% y un 3,5%. No está claro cuándo van a terminar las causas fundamentales de los incrementos, como la invasión rusa de Ucrania, las sequías extremas y los atascos en la cadena de suministro.
¿Cuál es la razón del incremento sostenido en el precio de los alimentos? Te lo explicamos acá
Aunque el freno que impuso la Fed ha ayudado a bajar los precios de algunos bienes y servicios. La suba de las tasas de interés no ha contribuido a detener el aumento de los alimentos. La razón es que las personas siempre necesitan comprar comida.
La guerra no solo es violencia también es hambre
La invasión rusa supuso un doble golpe para el sistema alimentario mundial: redujo las exportaciones de alimentos de Ucrania -uno de los principales proveedores de trigo y aceites de cocina- y llevó a Rusia a frenar sus exportaciones de fertilizantes.
La limitación en la venta de fertilizantes ha causado que los cultivos sean más caros que nunca. Además el aumento del costo de los combustibles también impacta a los agricultores. Ahora tiene que pagar más por el combustible
Las interrupciones en la cadena de suministro
Aunque, en comparación con el año anterior, la situación general de las cadenas de suministro ha mejorado, los agricultores y productores de alimento todavía enfrentan dificultades para transportar grano, ganado y otros productos.
A este panorama se suma la escasez de camioneros, camiones frigoríficos y trabajadores ferroviarios. La amenaza de una huelga ferroviaria ha impedido que exista fiabilidad en que los alimentos están disponibles en sus destinos a tiempo.
Desde mayo, los ferrocarriles han dejado de cumplir una media del 14% de las entregas de mercancías y han llegado tarde el 30% de las veces, según la Junta de Transporte de Superficie.
El cambio climático
Los estragos causados por las inundaciones repentinas y la sequía extrema también permean hacia el precio de los alimentos que encontramos en nuestras despensas. Las duras sequías de este año han devastado las explotaciones agrícolas de todo Estados Unidos, reduciendo los rendimientos y, en última instancia, haciendo subir los precios en la tienda de comestibles.
El precio de los granos de café se disparó este año después de que las graves sequías golpearan las cosechas de café en Sudamérica.
Al mismo tiempo, los enormes brotes de gripe aviar de esta primavera contribuyeron a un aumento del 17,2% en el precio de las aves de corral en los últimos 12 meses, mientras que otras carnes experimentaron aumentos menores.
Los precios de la pechuga de pavo alcanzaron un máximo histórico en septiembre -un 112% más caro que en el mismo periodo del año anterior- después de que los brotes generalizados redujeran la producción, según la Oficina de Agricultura.
Fuente principal de la noticia: The Hill