Los aliados de Ucrania no deberían retractarse de aumentar su apoyo al ejército de Zelensky.
Opinión de la Junta Editorial del Financial Times
La estrategia de Vladimir Putin en Ucrania parece basarse en la creencia de que puede superar a occidente. El apoyo de la OTAN a Kiev inevitablemente disminuirá con el tiempo, corre la lógica del Kremlin, mientras que la determinación de Moscú de reconquistar lo que ve como tierras rusas la hace más dispuesta a aguantar pérdidas. En cambio, el líder ruso ahora se apresura a reforzar su autoridad después del abortado levantamiento armado del fin de semana pasado por parte del señor de la guerra Yevgeny Prigozhin. El mero hecho de que Putin fuera abiertamente desafiado por un hombre que es su propia creación ha empañado su aura de invulnerabilidad. Occidente debe buscar aprovechar la confusión en Moscú y acelerar su apoyo a Kiev.
Eso significa, en primer lugar, no reaccionar de manera incorrecta a los eventos del fin de semana. A medida que Prigozhin avanzaba hacia Moscú con una brigada armada, el mundo se asomó brevemente a un abismo de inestabilidad y potencial guerra civil en un país con 6,000 ojivas nucleares. Aunque parecía poco probable que el jefe de la milicia prevaleciera, su motín también destacó la posibilidad de que Putin fuera reemplazado por un nacionalista aún más despiadado. Algunas capitales occidentales pueden estar tentadas de buscar un final negociado para la guerra en Ucrania antes que después.
Sin embargo, Putin es un líder altamente peligroso. Ha lanzado la guerra más grande de Europa desde la Segunda Guerra Mundial, ha pisoteado las normas internacionales y ha supervisado crímenes de guerra. Ha roto tabúes sobre la provocación nuclear. Empujar a Kiev a hacer una “paz” prematura que permita a Putin retener la mayoría de sus ganancias militares solo podría alentarlo a lanzar nuevos asaltos contra Ucrania, o en otro lugar, en el futuro.
Algunas voces influyentes en ambos lados del Atlántico también argumentan que la ayuda creciente de los Estados Unidos y Europa podría provocar una escalada por parte del Kremlin. Incluso antes del levantamiento, algunos de los analistas de política exterior más conocidos de Rusia habían comenzado a abogar por el uso de una arma nuclear rusa contra un objetivo europeo más allá de Ucrania, para forzar a Occidente a retroceder.
Occidente tiene sus propias herramientas de disuasión, sin embargo, y debería amplificar los mensajes que se entiende que ha entregado en privado el año pasado sobre las devastadoras consecuencias si Moscú cruza el umbral nuclear. Una lección de su respuesta al motín es que el líder ruso parece rehuir las acciones que podrían poner en peligro su propia supervivencia. Y aquellos que han tratado con él dicen que muestra la moral de un mafioso, explotando cualquier indicio de debilidad y solo prestando atención a la dureza.
Los líderes occidentales deben prepararse para la posibilidad de más inestabilidad en Moscú, sin importar la acción que tomen ahora. Pero la aparente fragilidad de Putin es un momento para mostrar una mayor determinación. Cuanto más apoyo reciba Ucrania hoy, mayor será su posibilidad de hacer progresos sustanciales antes del próximo ciclo electoral de Estados Unidos. Cuantas más posibilidades tenga de fortalecer su propia mano negociadora y de llevar al Kremlin a la mesa en términos de Kiev, especialmente si el líder de Rusia comienza a dudar de su capacidad para resistir una guerra larga.
Los aliados de Ucrania deberían acelerar los suministros de municiones y de misiles de largo alcance, ahora que el Reino Unido ha comenzado las entregas. Con siete miembros de la UE y de la OTAN comprometidos a proporcionar aviones de combate occidentales y a entrenar a los pilotos ucranianos, se deberían acelerar los preparativos para llenar lo que es una brecha clave en la contraofensiva de Ucrania.
Los líderes occidentales también necesitan enviar el mensaje correcto en la próxima cumbre de la OTAN en Vilna el próximo mes, particularmente la vacilante administración de Biden. Deberían mostrar que están listos para proporcionar garantías de seguridad futuras a Kiev contra la agresión de Moscú, y ponerlo en un camino creíble hacia la membresía de la OTAN una vez que la guerra termine y cumpla con los requisitos. Hacer menos sería un impulso para Putin, justo cuando está más golpeado y frágil.
La Junta Editorial
Derechos de Autor – The Financial Times Limited 2021.
© 2021 The Financial Times Ltd. Todos los derechos reservados. Por favor no copie y pegue artículos del FT que luego sean redistribuidos por correo electrónico o publicados en la red.
Lea el artículo original aquí.
