En un mensaje de pascua este domingo, el Papa Francisco pidió oraciones por el pueblo ucraniano y ruso, elogió a las naciones que le dan la bienvenida a los refugiados y pidió “forjar un clima de confianza” a los palestinos e israelíes impactados por la más reciente ola de violencia, recogió AP.
El Papa celebró la Misa de Pascua en la Plaza de San Pedro adornada con flores, en el Vaticano, afirmando la creencia cristiana de que Jesús resucitó de entre los muertos días después de su crucifixión.
En su discurso, Francisco alentó la “confianza entre individuos, pueblos y naciones” y dijo que la alegría de la Pascua “ilumina la oscuridad y la tristeza en la que, con demasiada frecuencia, nuestro mundo se encuentra envuelto”.
El mensaje de Pascua del Papa es conocido por su nombre en latín, “Urbi et Orbi”, que significa “a la ciudad y al mundo”.
El pontífice de 86 años fue hospitalizado recientemente por bronquitis y se vio obligado a perderse la tradicional procesión del “Vía Crucis” el viernes en Roma, reseñó CBS News.
El Papa, la invasión rusa a Ucrania y los refugiados
Desde que Rusia invadió a Ucrania en febrero de 2022, Francisco ha pedido repetidamente que terminen los combates y pidió oraciones por el pueblo ucraniano “mártir”.
- Los diplomáticos ucranianos se han quejado de que no ha sido lo suficientemente duro en sus declaraciones sobre Rusia, y en particular, sobre el presidente Vladimir Putin.
- “Ayuda al amado pueblo ucraniano en su camino hacia la paz y derrama la luz de la Pascua sobre el pueblo de Rusia”, imploró Francisco a Dios en su discurso de Pascua, que pronunció sentado en una silla en el balcón central de la Basílica de San Pedro, frente a la plaza.
- El pontífice instó a la comunidad internacional a trabajar para poner fin a la guerra en Ucrania y a “todos los conflictos y derramamientos de sangre en el mundo, comenzando por Siria, que aún espera la paz”.
Francisco también pidió oraciones para quienes fueron afectados por un reciente terremoto en Turquía y Siria.
También llamó a una “reanudación del diálogo, en un clima de confianza y respeto recíproco, entre israelíes y palestinos para que la paz reine en la Ciudad Santa y en toda la región”, refiriéndose a Jerusalén.
El Papa también rescató: “Regocijémonos por los signos concretos de esperanza que nos llegan de tantos países, comenzando por aquellos que ofrecen asistencia y acogida a todos los que huyen de la guerra y la pobreza”, dijo, sin nombrar a ninguna nación en particular.