Los documentos adicionales también sugieren que la filtración de las agencias de inteligencia estadounidenses podría contener mucho más material del que se creía.
La profundidad de las luchas internas dentro del gobierno ruso parece más amplia y profunda de lo que se creía, a juzgar por un alijo recién descubierto de documentos clasificados de inteligencia que se ha filtrado en Internet.
Los documentos adicionales, que no aparecieron en un conjunto de 53 páginas que saltó a la luz pública en las redes la semana pasada, describen un conflicto entre el gobierno ruso y el recuento de muertos y heridos en la guerra de Ucrania, en el que la agencia de inteligencia nacional acusa a los militares de ocultar la magnitud de las bajas que ha sufrido Rusia.
El nuevo lote, que contiene 27 páginas, reafirma la profundidad que han alcanzado las agencias de espionaje estadounidenses en casi todos los aspectos del aparato de inteligencia y la estructura de mando militar rusos. También demuestra que la filtración de las agencias de inteligencia estadounidenses podría contener mucho más material del que se pensaba.
En un documento, los funcionarios de inteligencia estadounidenses aseguran que la principal agencia de inteligencia interna de Rusia, el Servicio Federal de Seguridad, o FSB, “acusó” al Ministerio de Defensa del país “de esconder el número real de bajas rusas en Ucrania”. El hallazgo recalca “la continua reticencia de los oficiales militares a comunicar las malas noticias a los niveles superiores de la cadena de mando”, afirman.
La entrada, fechada el 28 de febrero en un documento con una serie de actualizaciones sobre la guerra en Ucrania y otros focos de conflicto mundiales, parece estar basada en interceptaciones electrónicas recogidas por las agencias de inteligencia estadounidenses.
Cada divulgación de documentos clasificados tiene el potencial de revelar métodos y medios adicionales de recopilación de inteligencia. Los documentos no parecen contener mucha información de fuentes humanas, si es que contienen alguna, lo que sugiere que el responsable original de la filtración podría no haber tenido acceso a ese material más altamente clasificado. En cambio, gran parte del material está etiquetado como procedente de comunicaciones interceptadas.
En conjunto, los documentos subrayan varias de las razones fundamentales por las cuales, según muchos analistas, el presidente ruso Vladimir Putin no ha logrado una victoria militar en Ucrania después de más de 13 meses de guerra.
Entre ellas: luchas internas y acusaciones entre las agencias rusas responsables de diferentes aspectos de la guerra, incluidos el FSB y el Ministerio de Defensa. La entrada que se filtró sobre el número de bajas proporciona poco contexto para los hallazgos de los oficiales de inteligencia, pero informa que el FSB está cuestionando el propio recuento de bajas del Ministerio de Defensa en las discusiones dentro del gobierno ruso.
Los funcionarios del FSB, según el documento, indican que la cifra del ministerio no incluía a los muertos y heridos de la guardia nacional rusa, la fuerza mercenaria Wagner ni los combatientes desplegados por Ramzan Kadyrov, el caudillo de la república meridional rusa de Chechenia. Las diversas fuerzas de combate que el Kremlin ha desplegado en Ucrania han actuado a veces con objetivos diferentes, complicando aún más el esfuerzo militar de Rusia.
El FSB “calculó que el número real de rusos heridos y muertos en combate estaba más cerca de los 110.000”, dice el documento.
El documento no especifica las cifras de víctimas que el Ministerio de Defensa está haciendo circular dentro del gobierno. La última vez que el Ministerio reveló públicamente una cifra de muertos fue en septiembre, cuando el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, declaró que habían muerto 5.937 soldados rusos desde el comienzo de la guerra.
Funcionarios estadounidenses habían estimado anteriormente las pérdidas rusas en unos 200.000 soldados. Otro documento filtrado informa que los rusos habían sufrido de 189.500 a 223.000 bajas hasta febrero, incluidos hasta 43.000 muertos en combate, frente al número de 124.500 a 131.000 bajas ucranianas, con hasta 17.500 muertos en combate.
Los nuevos documentos también aportan nuevos detalles sobre una disputa muy pública en febrero en la que Yevgeny Prigozhin, el magnate de los negocios que dirige la fuerza Wagner, acusó a oficiales militares rusos de retener munición que sus combatientes necesitaban urgentemente. Putin intentó resolver la disputa personalmente convocando a Prigozhin y Shoigu a una reunión que se cree que tuvo lugar el 22 de febrero, según informa un documento.
“Es casi seguro que la reunión tuvo que ver, al menos en parte, con las acusaciones públicas de Prigozhin y la tensión resultante con Shoygu”, indica el documento, utilizando una transliteración alternativa del nombre del ministro.
Los nuevos documentos se compartieron en fotos, y a algunos les faltan páginas. Los que se muestran en su totalidad incluyen material de la Agencia de Seguridad Nacional, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional y la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto del Pentágono.
El material facilitado a The New York Times se publicó en uno de los servidores de Discord en los que apareció el primer conjunto de documentos de inteligencia del Pentágono. Funcionarios estadounidenses han dicho que esos documentos eran auténticos, pero advirtieron que algunos habían sido alterados. Los documentos también pueden contener información obsoleta o inexacta.
El Times describió el nuevo lote de documentos a varios funcionarios estadounidenses. Aunque los funcionarios no cuestionaron la información, dijeron que no podían verificar los documentos de forma independiente y que no lo harían.
Una diapositiva que parece haber sido elaborada por el Estado Mayor Conjunto y fechada el 23 de febrero concluye que Rusia no ha logrado interrumpir el flujo masivo de armas y equipos provenientes de Occidente hacia Ucrania desde el comienzo de la guerra y afirma que el maltrecho ejército del Kremlin no podrá cambiar esta situación a corto plazo.
El nuevo material también incluye un documento de seis páginas fechado el 23 de febrero de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional titulado “Watch Report” (Informe de Vigilancia), que recopila diversas versiones que han llegado a las agencias de inteligencia en las horas previas a su distribución, algunas de ellas de fuentes únicas, a menudo sin un contexto en profundidad.
Los funcionarios del gobierno que lean el Watch Report saben que se demostrará que parte del material es correcto, pero, con el tiempo, será evidente que otra información está incompleta, según exfuncionarios.
Por ejemplo, el 3 de marzo, pocos días después de que el documento Watch Report circulara dentro del gobierno estadounidense, NBC News informó, y el Times confirmó, que lo que Estados Unidos había sabido sobre el plan para obtener ayuda letal de China había sido “averiguado por funcionarios rusos”.
Pero un alto funcionario del gobierno advirtió el miércoles que, semanas después, no hay indicios de que China haya decidido prestar ayuda letal a Rusia, lo que sugiere, como mínimo, que la inteligencia rusa sobre las intenciones chinas puede ser errónea.
Anton Troianovski, Aric Toler, Julian E. Barnes, Christiaan Triebert, Malachy Browne – The New York Times
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