Si navegas en línea y te encuentras suplementos o vitaminas que prometen curar el cáncer o el COVID-19, pudiste ser víctima de una estafa. Los medicamentos falsificados abundan en Internet.
Estos pseudomedicamentos pueden tener ingredientes que no figuran en su composición o cuya utilidad no está demostrada. Además de poner en riesgo tu salud con posibles intoxicaciones o la muerte, son una amenaza para el bolsillo.
¿Qué son los medicamentos falsos?
Los medicamentos falsos son productos médicos que “tergiversan de forma deliberada/fraudulenta su identidad, composición o procedencia”. De acuerdo con la Interpol esto incluye:
- Medicamentos autorizados que han sido robados y revendidos.
- Medicamentos no autorizados que han sido reenvasados para que parezcan productos de marca.
- Medicamentos falsos que no incluyen el principio activo que figura en la etiqueta del producto.
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Los medicamentos falsificados suelen colarse en las cadenas de suministro legítimas y la Alliance for Safe Online Pharmacies (ASOP Global) calcula que 1% de las recetas que se dispensan en las farmacias tradicionales de EEUU pueden ser falsas.
Pero la mayoría de los medicamentos de calidad inferior y falsificados en el país se adquieren por Internet, según ASOP Global, organización estadounidense que se dedica a hacer frente a los vendedores ilegales de medicamentos en línea.
Enfermedades que han sido objetivo de fraude
Se han falsificado una amplia gama de medicamentos y productos para tratar diferentes enfermedades que incluyen:
- Mascarillas quirúrgicas desechables, desinfectantes de manos, medicamentos antivirales y antipalúdicos, vacunas y kits de prueba de COVID-19.
- Sprays corporales, vitaminas y que aseguran curar la viruela del mono.
- Medicamentos vitales, como los utilizados para tratar el cáncer, la malaria, el VIH y otras enfermedades graves.
- Medicamentos para el “estilo de vida”, como los utilizados para la disfunción eréctil y la pérdida de peso.
- Dispositivos médicos: lentes de contacto, preservativos, jeringuillas, instrumental quirúrgico, sillas de ruedas o máquinas de radioterapia.
Puedes encontrar más información sobre productos falsificados en la página web de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA).
¿Cómo identificar un medicamento falso?
Muchas veces la única manera de saber si falsificaron un fármaco es a través de una prueba de laboratorio, pero es necesario tener criterio y la Interpol da varios consejos para reconocerlos en Internet:
- Soluciones rápidas: si un producto ofrece aliviar o curar una enfermedad “en días” desconfíe de él. Incluso con tratamientos probados, pocas enfermedades pueden tratarse rápidamente.
- Un producto lo hace todo: desconfía de los productos que prometen curar una amplia gama de enfermedades no relacionadas entre sí. Ningún producto puede tratar todas las enfermedades y afecciones, y para muchas enfermedades graves no hay cura, sólo terapias que ayudan a controlarlas.
- Precios más económicos de lo normal: compara el precio con el de los productos que compras habitualmente o con el de proveedores de confianza. Si es sustancialmente más barato, es probable que sea falso.
- Errores ortográficos: si las instrucciones del envase tienen errores ortográficos o gramaticales es probable que el producto haya sido manipulado.