En Washington DC hay un campamento de empleos de verano en exclusiva para los jóvenes latinos. No se necesita número de seguro social, estatus migratorio regular ni hablar perfecto inglés. Solo hay que demostrar que se vive en la ciudad y llevar cualquier identificación.
Esté atento a las inscripciones, estas se abrirán en abril y hay que hacerlo personalmente en las instalaciones de la Oficina de Asuntos Latinos de la Alcaldía (MOLA). Para este programa de empleos de verano se aceptarán a chicos y chicas entre los 14 y 24 años. Los seleccionados irán a trabajar a organizaciones que tienen alianzas con MOLA.
Eduardo Perdomo, director ejecutivo de esta oficina informó que las aplicaciones son gratuitas y se dará preferencia en orden de llegada de los jóvenes.
“Nuestro programa de empleo de verano es único en Estados Unidos y en lo personal es uno de los que más me satisfacen. Aquí les ofrecemos las mismas oportunidades que tienen aquellos que sí cuentan con un número de seguro social, porque queremos apoyarlos para que de alguna manera se inserten en el mercado laboral”, dijo Perdomo.
Un campamento de verano pagado
Los chicos que logren un cupo podrán obtener experiencia en Mary’s Center, en el Teatro Gala, CARECEN, en el Latin American Youth Center, City Blossom y otros más. Allí podrán hacer labores administrativas, conocer la realidad de la comunidad y experimentar, como dice Perdomo, “lo que es un trabajo estructurado, con horarios y responsabilidades”.
En lugares como el Teatro Gala se expondrán a experiencias de cómo montar una obra de teatro, la iluminación o elaboración de guiones. En City Blossom aprenderán sobre cultivos orgánicos, cómo cuidar de los huertos, las semillas, la cosecha y distribución.
Todos los participantes recibirán un estipendio. Por ejemplo, los comprendidos entre los 14 y 15 años asistirán al lugar asignado cuatro horas diarias y cinco días a la semana. Por cada hora de trabajo cada uno recibirá $6,25.
Los de 16 hasta 21 años trabajarán 25 horas a la semana y obtendrán $9 por hora. Los de 22 a 24 años laborarán 30 horas a la semana y recibirán el salario mínimo de $16,16, pero a partir de julio subirá el salario a 17 dólares la hora.
El programa tiene una duración de seis semanas y a cada participante se le entregará una tarjeta del metro para movilizarse.
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Cómo hablar, cómo vestir, cómo ahorrar
La alcaldía ofrece, cada año este programa, a través de MOLA, que, además, incluye talleres útiles para la vida, entre ellos: cómo vestirse para una entrevista, cómo sentarse, cómo hablar en público, cómo saludar, cómo escribir un currículum, cómo aplicar para conseguir financiamiento para ir a la universidad, cómo abrir una cuenta corriente y cómo manejar sus ahorros.
“Generalmente recibimos entre 100 y 150 jóvenes y los cupos son limitados porque dependemos de las oportunidades que nos ofrecen las organizaciones con las que tenemos acuerdos”, señaló Perdomo, quien indicó que los talleres se dictarán en inglés y español, para ayudarles en el proceso de integración.
Muchos de los jóvenes repiten la experiencia cada año, hasta que cumplen los 18 años. Perdomo recordó que fue el trabajo de esos chicos el que ayudó a cubrir la demanda de alimentos, dinero para la renta o las vacunas durante la emergencia sanitaria. Uno de ellos es Cristian Salgado, quien se inscribió como voluntario en 2021.
“Apoyé los esfuerzos para distribuir la mayor cantidad de vacunas y ese mismo año se abrió el programa de empleo, apliqué y me ubicaron para llenar las aplicaciones de alquiler. Logramos someter más de mil solicitudes a la iniciativa StayDC”, contó Salgado.
Un programa de impacto comunitario
Con los seleccionados de ese programa de verano dieron atención virtual para maximizar los recursos y atender las necesidades y con esa experiencia aún fresca. El funcionario hizo un llamado a los padres de familia, tutores y a los mismos jóvenes a informarse sobre las oportunidades que la ciudad les ofrece a los jóvenes, muchas de ellas no necesitan un estatus regularizado.
Además, se está explorando las posibilidades de ofrecerles campamentos de verano en tecnologías, el año pasado ya hubo un intento en esta área, pero la idea es ampliarlo.
Para Salgado, ese voluntariado y esas seis semanas en el programa de empleos de verano fueron la mejor experiencia que le abrieron las puertas para trabajar en el gobierno local. “Quienes participamos vimos cómo funciona las políticas de la ciudad, nos beneficiamos del entrenamiento en varias áreas y hasta ahora conservo la corbata verde del taller “Vestimenta para el éxito”, que lo hicimos con la ayuda de Martha’s Table”.
Como parte del mismo programa de verano, Salgado se sumó al taller de audiencias simuladas. Se metió en el personaje de concejal y así fue como aprendió sobre el proceso de legislar. Mientras sigue estudiando administración de empresas en Trinity University, desde diciembre pasado trabaja en MOLA como especialista de enlace comunitario. “Sin esa oportunidad de verano no habría sido posible aprender tanto y conocer mejor a mi comunidad”.