Medida se produce seis meses después de que la Casa Blanca aprobara el controvertido proyecto denominado Willow.
La Casa Blanca anuló el miércoles las controvertidas concesiones de petróleo en una reserva de vida silvestre de Alaska, que fueron otorgadas en los últimos días de la administración Trump, como parte de un amplio esfuerzo para frenar la perforación en el Ártico.
Las concesiones en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico (ANWR) se emitieron el 6 de enero de 2021, días antes de la salida de Trump del cargo, pero fueron suspendidas seis meses después por el Departamento del Interior de la administración Biden.
Su cancelación, basada en “múltiples deficiencias legales”, se produce como resultado de que la Casa Blanca del presidente Joe Biden busca destacar sus credenciales ambientales frente a las críticas por su apoyo a proyectos de combustibles fósiles.
“El presidente Biden está cumpliendo con la agenda climática y de conservación más ambiciosa de la historia”, dijo Deb Haaland, secretaria del Interior. “Los pasos que estamos dando hoy refuerzan ese compromiso”.
La medida, que se suma a restricciones más estrictas a la exploración en la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska (NPR), ha sido vista en gran parte como simbólica, ya que había habido un interés mínimo en la perforación en el territorio arrendado, con todas las concesiones en última instancia en manos de una agencia estatal, la Autoridad de Desarrollo y Exportación de Alaska.
“Fue útil cancelar las concesiones de Trump, que tenían deficiencias legales y científicas”, dijo Carl Tobias, profesor de derecho en la Universidad de Richmond. “Sin embargo, el estado de Alaska es la única entidad que ha expresado interés en perforar en ANWR y parece que pocos otros tienen interés en la NPR”.
Aunque no se había iniciado la perforación en las áreas con licencia, el anuncio del miércoles recibió elogios de los ambientalistas y algunos líderes indígenas, mientras que las voces a favor de la industria lamentaron un ataque al sector.
El Sierra Club lo describió como un “movimiento histórico” que protegería el paisaje del estado. “La perforación de petróleo y gas en el Refugio del Ártico es incompatible con la supervivencia a largo plazo del Ártico”, dijo Ben Jealous, director ejecutivo del grupo.
Los aliados republicanos de la industria petrolera en el Congreso criticaron la decisión.
“La guerra del presidente Biden contra la energía estadounidense continúa”, dijo John Barrasso, senador republicano por Wyoming y miembro de mayor rango del comité de energía y recursos naturales del Senado. “Está ignorando la ley y nos está haciendo más dependientes del petróleo extranjero. No solo es mala política energética, sino también mala política exterior”.
El anuncio se produce meses después de que la administración Biden causara indignación entre los ambientalistas por su decisión de aprobar el proyecto petrolero Willow de ConocoPhillips por 8 mil millones de dólares en la NPR.
La Casa Blanca también propuso formalmente reglas para proteger la NPR el miércoles, el bloque más grande de tierras públicas del país, una medida que se anunció en marzo. Las reglas prohibirán nuevos arrendamientos de petróleo y gas en aproximadamente el 40 por ciento del área.
Biden ha caminado en una cuerda floja en cuanto al clima y la seguridad energética, estableciendo objetivos agresivos de descarbonización para un país que consume una quinta parte de la producción mundial de petróleo, pero también instando a los perforadores a aumentar la producción para controlar los precios de la gasolina, que alcanzaron un récord el año pasado y siguen muy por encima del nivel cuando asumió el cargo.
El Servicio Geológico de Estados Unidos estima que el refugio contiene aproximadamente 8 mil millones de barriles de petróleo recuperable, una fracción de las reservas estadounidenses. La perforación en los depósitos de esquisto en los cuarenta y ocho estados inferiores ha convertido al país en el mayor productor de petróleo del mundo.
Amanda Chu y Myles McCormick
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