Este viernes el juez federal de distrito Michael S. Nachmanoff declaró un juicio nulo en un caso relacionado con armas de fuego contra un reservista de la Marina de los Estados Unidos acusado por asaltar el Capitolio el 6 de enero de 2021.
El veredicto se dio en Alexandria, Virginia, luego de que el jurado no tomara una decisión unánime sobre los cargos que aseguraban que el exoficial Hatchet Speed poseía ilegalmente silenciadores para armas no registrados.
Fue un revés poco común para los fiscales federales, en un caso de alto perfil que involucra a un sospechoso acusado por separado en los disturbios del Capitolio.
El Departamento de Justicia inmediatamente buscó volver a juzgar el caso y Nachmanoff fijó una fecha de inicio para el 17 de enero. El reservista y sus defensores públicos se negaron a comentar.
Detalles del caso contra el reservista en el asalto al Capitolio
Speed, un oficial de reserva de la Marina con una autorización de seguridad de alto secreto, fue investigado por el FBI durante más de un año después de su supuesta incursión de 40 minutos con alborotadores en el edificio del Capitolio el 6 de enero.
Su juicio en un tribunal federal de DC por esos delitos menores los cargos están programados para comenzar el 6 de febrero.
El hombre enfrentaría una pena de prisión mucho más larga en Virginia, un máximo de 30 años, si el jurado lo condenara por poseer tres silenciadores no registrados.
Ya que según la ley federal, cualquier dispositivo o pieza destinada a reducir el sonido de los disparos cumple con la definición de silenciador y debe registrarse ante las autoridades federales como si fuera un arma de fuego.
Mientras buscaban en una unidad de almacenamiento que Speed había alquilado en Alexandria, los agentes del FBI encontraron en junio tres tubos de metal vendidos y anunciados en línea como “trampas de solventes”, que se usan para contener líquidos mientras se limpian las armas.
El reservista los había comprado en una empresa con sede en Georgia llamada Hawk Innovative Tech.
Según testigos del juicio, el exoficial entró en una “juerga de compras de pánico” y compró 12 armas de fuego en los seis meses posteriores al 6 de enero, y les dijo a otros que creía que el gobierno iba a caer.
Un agente encubierto del FBI fue enviado para hacerse amigo de Speed y en las grabaciones el reservista le confesó que quería secuestrar a judíos en la región de Washington y someterlos a la violencia.
De acuerdo con una trascripción de una conversación de abril su objetivo era capturar a “gente que no tiene guardaespaldas y que no tiene organizaciones de inteligencia que los ayuden”.
Fuente principal de la noticia: The Washington Post.