Una fiesta de cumpleaños terminó en tragedia para tres familias latinas en Annapolis. Nicholas Mireles, de 55 años; Mario Antonio Mireles Ruiz, de 27; y Christian Marlon Segovia, de 25, perdieron la vida el domingo cerca de las 8 pm.
La tragedia deja a estas familias hundidas en la tristeza, con 14 hijos huérfanos y dos bebés que están por nacer. El aparente origen de esta fatalidad fue una disputa con por un espacio de estacionamiento con Charles Robert Smith (45 años), su vecino.
La familia Mireles vive en Paddington Place, un barrio étnicamente y económicamente diverso de Annapolis. Según Susana Cruz, amiga de los Mireles, “todos están devastados”.
Cruz contó a El Tiempo Latino que Mireles (padre) “era muy familiar, para él lo primero eran sus hijos, eran el amor de su vida y ahora en vez de estar celebrando, estamos organizando un funeral para enterrarlos a los dos juntos la próxima semana”.
Mireles (padre) tenía un negocio de arreglo y limpieza de jardinería y deja en la orfandad a 10 hijos, el más joven de un año. Mireles hijo tenía una pequeña empresa de grabación, estaba casado con Sandra Ruiz y juntos tienen tres hijos y uno por llegar. Segovia deja a su novia embarazada y un niño de seis años.
Smith, el causante de esta tragedia es un ex militar. Está detenido y el martes le fue negada la fianza.
El domingo fue el cumpleaños de Luis Mireles. La familia y los amigos se reunieron para festejar, en Paddington Place. Todo era alegría hasta que surgió el reclamo de Charles Robert Smith por el bloqueo de la entrada de su estacionamiento.
Mario Mireles, hermano de Luis, según el documento de acusación, “fue a hablar sobre el parqueadero” con Smith y discutieron. Luego Smith fue a la casa de los Mireles a continuar la disputa, “el argumento verbal se tornó físico y Smith sacó un arma, los dos forcejearon con la pistola y esta se disparó matando a Mario. Smith, según los testigos, también disparó y mató a Christian Marlon Segovia, “después se colocó encima de Mario y le disparó varias veces”, dijeron.
Luego, Smith volvió a su casa, tomó un rifle y desde su ventana comenzó a descargar balas. Nicholas Mireles (padre) trató de auxiliar a su hijo, pero fue impactado por una bala que le quitó la vida. Cuando llegó la policía encontró tres cuerpos sin vida y tres heridos.
Una animosidad de larga historia
“La familia no tiene palabras para expresar lo que están viviendo”, dijo Cruz, quien está haciendo los trámites funerarios. “A Nicholas lo conocí casi por 30 años, nuestros hijos fueron a la escuela y a la iglesia juntos. Siempre estaba contento, se tomaba las cosas con calma, era muy trabajador, vivía para cuidar de sus hijos y murió tratando de salvar a uno”, agregó.
El martes pasado, los familiares llegaron a la corte a pedir que no liberen a Smith por razones de salud mental y estrés post traumático. El juez les dio la razón.
Ethel León-Wirth, líder de la organización Sé Fuerte Annapolis, hasta hace algunos años vivió en la calle donde ocurrió este tiroteo y recuerda al padre de Smith como un hombre xenófobo. “El vecindario sabía que era una familia con antecedentes racistas. Los niños tenían miedo de cruzar con la bicicleta al frente de su casa. Acabo de hablar con un familiar de las víctimas y me confirma que crecieron escuchando “go back to your country” (devuélvete a tu país). Sé lo que cada uno de mis vecinos piensa y sufre, pero se callan por miedo”.
Según el diario Capital Gazette, Mario Mireles pidió una orden de alejamiento por el constante acoso de Shirley Smith, la madre del acusado. No fue concedido ese pedido por falta de pruebas contundentes, pese a que él habría argumentado que el hostigamiento lo han sufrido desde niños.
Las autoridades reaccionan
Durante una rueda de prensa, el gobernador de Maryland, Wes Moore, dijo en español “nuestros corazones están con los suyos”, para después continuar en inglés lamentando este “horrendo crimen”, al tiempo que mostró su frustración debido a que tiroteos masivos “estén pasando en nuestra casa”. Su pedido en estos momentos difíciles: “Debemos superar esta tragedia y solo lo podemos hacerlo juntos y unidos”.
El ejecutivo del Condado Anne Arundel, Steuart Pittman, pidió disculpas. “No hemos sido capaces de parar este tiroteo masivo en nuestra ciudad”, declaró. Para los latinos también tuvo unas cuantas palabras en español: “Estamos aquí para ustedes, somos una sola familia para toda la comunidad latina”. Según la policía de Annapolis, la investigación sigue en curso.
“Es un acto de odio racial”
Emanuel Fernández, director de la organización Hispanos Latinoamericanos de Anne Arundel, dijo no entender por qué esta matanza no está considerada un crimen de odio racial. “Estoy convencido en un 90% de que es un acto de odio. Las agresiones a esta familia eran reincidentes. Aquí, en 2018, un tipo entró a la redacción del periódico The Capital con un rifle y mató a 5 personas y ese fue un acto terrorista, cuando atacan a la comunidad afroamericana es un acto racista, cuando los muertos son latinos se reduce a una discusión de parking, eso es ofensivo para nuestra comunidad”, sentenció Fernández.
“Cuando vas a discutir con un arma y después vas en busca de un rifle – continuó Fernández – es un acto premeditado. Necesitamos que los vecinos, los testigos y las autoridades se pongan al frente y digan qué es lo que vieron y han vivido para que se cambie la carátula de la causa y no quede como la consecuencia de una pelea”.
Ayuda para solventar los gastos
El funeral de Segovia será este sábado y los del padre e hijo Mireles, la próxima semana. Cruz, distintos líderes comunitarios y la Oficina de Asuntos Multiculturales del Condado Anne Arundel, están coordinando acciones para ayudar con los gastos.
“Somos del ministerio de la virgen de Guadalupe y estamos recibiendo donaciones, ayudando en los trámites del funeral, dando alimentos y pañales”, contó Cruz.
Hace pocas semanas se puso en marcha la iniciativa Martes Comunitarios, el compromiso es que los dueños de restaurantes latinos donen el 20% de las ganancias de ese día a un fondo para ayudar en casos de emergencias. Este será el primer auxilio que se ofrecerá. Los fondos los manejará la iglesia St. John Neumann. Si quiere hacer una donación y tener más información llame al (410) 263-2396. También pueden a través de GoFundMe.
Hay varias madres que quedan solas a cuidar de sus hijos. Ellas van a necesitar ayuda para la renta, alimentación, las medicinas y esa es la razón de los Martes Comunitarios para hoy y el futuro.
