En un cambio de estrategia, el gobierno de Biden está acudiendo cada vez más al Congreso para que le dé más poder legal para hacer frente a TikTok y otras tecnologías.
El gobierno de Biden está considerando la posibilidad de presionar al Congreso para que le dé más poder legal para hacer frente a TikTok y otras tecnologías que podrían exponer datos sensibles a China, informaron cinco personas con conocimiento del asunto, ya que cada vez es más urgente la necesidad de resolver las preocupaciones de seguridad sobre la aplicación de video de propiedad china.
Funcionarios de la Casa Blanca están sopesando si apoyar la legislación que está desarrollando el senador Mark Warner (D-VA), que daría al gobierno más autoridad para vigilar las aplicaciones y servicios que podrían suponer un riesgo para la seguridad de los datos de los estadounidenses o ser utilizados en campañas de influencia extranjera, señalaron dos de estas personas. Esto podría utilizarse para atacar a TikTok, propiedad de la empresa china ByteDance.
El gobierno proporcionó información sobre el anteproyecto de ley, que ofrecería una alternativa a la legislación que prohíbe rotundamente la aplicación, explicaron ambas personas. Se espera que Warner presente la legislación el martes junto con el senador republicano John Thune. No está claro cómo respaldaría al gobierno el proyecto de ley de Warner u otra legislación si decidiera hacerlo.
Enfocarse cada vez más en el Congreso supone un cambio significativo en la estrategia de la Casa Blanca para atender las preocupaciones sobre TikTok. Desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo, su gobierno ha negociado en privado un acuerdo que permitiría a TikTok operar en Estados Unidos al tiempo que mitigaría las preocupaciones de seguridad nacional al respecto. Según la legislación china, la aplicación podría verse obligada a entregar a las autoridades chinas los datos personales que ha recopilado sobre millones de estadounidenses. Además temen que Pekín pueda utilizar TikTok para enviar mensajes políticos a las pantallas de los teléfonos inteligentes de los ciudadanos.
Pero las conversaciones (entre TikTok y un grupo de agencias federales, conocido como Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos) no han logrado llegar a un acuerdo. El director ejecutivo de TikTok, Shou Zi Chew, tiene previsto declarar ante el Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes el 23 de marzo.
Al hacer un llamamiento más agresivo al Congreso para que actúe, la Casa Blanca podría desviar la atención de las negociaciones entre TikTok y el comité, conocido como CFIUS. Si se aprueba la legislación, las nuevas facultades legales darían al gobierno mayor autoridad en esas conversaciones.
Un portavoz de la Casa Blanca declinó hacer comentarios.
“El gobierno de Biden no necesita más autoridad por parte del Congreso para abordar las preocupaciones de seguridad nacional sobre TikTok: puede aprobar el acuerdo negociado con el CFIUS”, explicó Brooke Oberwetter, portavoz de TikTok.
En agosto, la empresa consideró que una propuesta de acuerdo que había enviado al gobierno era “definitiva, salvo algunos términos legales que no son importantes para la seguridad nacional”, indicó Oberwetter. Sin embargo, la empresa apenas ha tenido respuesta del gobierno desde entonces, según TikTok. A algunos miembros del gobierno les preocupaba en aquel momento que el acuerdo no fuera lo suficientemente estricto.
TikTok se ha convertido en el campo de batalla de una guerra fría tecnológica entre Washington y Pekín. Las autoridades estadounidenses han tomado medidas en los últimos años para bloquear el acceso de las empresas chinas de tecnología y telecomunicaciones a los proveedores y clientes estadounidenses. También han autorizado $52.000 millones para la fabricación nacional de semiconductores y la investigación, con el fin de que Estados Unidos dependa menos de los chips informáticos que se fabrican en Asia. China bloquea desde hace tiempo muchos servicios en línea de origen estadounidense.
En los últimos meses, altos funcionarios del gobierno han intensificado sus conversaciones sobre qué hacer con TikTok, según las declaraciones de dos personas familiarizadas con el asunto. Al menos algunas de las entidades que participan en el análisis del acuerdo con el CFIUS, incluido el Departamento de Justicia y funcionarios de la Casa Blanca, quieren adoptar una postura radical contra la aplicación, aseguró una de las personas, anónimamente.
“De acuerdo con la ley y la práctica, el CFIUS no comenta públicamente las transacciones que puede o no estar revisando”, explicó un portavoz del Departamento del Tesoro, que dirige el comité. Un portavoz del Departamento de Justicia también declinó hacer comentarios.
Pero las opciones del gobierno pueden verse limitadas si no se modifica la ley. En 2020, el presidente Donald Trump amenazó con prohibir TikTok en las tiendas de aplicaciones de Apple y Google a menos que ByteDance vendiera la aplicación a un comprador estadounidense. Más tarde, los tribunales declararon que el gobierno no tenía derecho legal a amenazar con una prohibición, lo que neutralizó su influencia para forzar la venta.
La influencia de TikTok no ha hecho más que crecer desde entonces, y superó los más de mil millones de usuarios en todo el mundo en 2021.
El año pasado, el Congreso prohibió la aplicación en los dispositivos que utiliza el gobierno federal. Estados como Virginia y Carolina del Sur han anunciado prohibiciones similares. Un grupo de legisladores, entre ellos el senador Marco Rubio (R-FL), y el representante Mike Gallagher (R-WI), también propusieron una ley que prohibiría TikTok en Estados Unidos. Y el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes aprobó preliminarmente la semana pasada un proyecto de ley que otorga al presidente mayores facultades sobre la aplicación.
Warner señaló que se necesita legislación para vigilar todas las aplicaciones y servicios que amenazan la seguridad nacional de Estados Unidos, no solo TikTok. Lo más probable es que su proyecto de ley otorgue al Departamento de Comercio la capacidad de investigar esos servicios, incluidos los riesgos para la seguridad de los datos pertenecientes a los estadounidenses, tal y como Biden encargó a la agencia en un decreto ejecutivo de 2021, según una persona que tiene conocimiento sobre el borrador. El proyecto de ley también permitiría a la agencia estudiar cómo podría utilizarse un servicio para operaciones de influencia extranjera.
La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, señaló la semana pasada el interés que tiene el gobierno en la legislación, destacando el trabajo de Warner y Rubio en el asunto TikTok en una entrevista con Bloomberg. Aseguró que el gobierno estaba “trabajando con ellos”.
Los asesores de prensa de la Casa Blanca, acribillados la semana pasada con preguntas sobre la aplicación, también respondieron señalando al Congreso. Una portavoz de la Casa Blanca, Olivia Dalton, dijo el martes que “estamos estudiando qué más podríamos hacer, incluso en colaboración con el Congreso”. Y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, destacó el apoyo de Biden a limitar la recopilación de datos por parte de las grandes empresas tecnológicas.
“Y miren, continuaremos… otra vez, haciendo un llamamiento al Congreso”, aseguró.
David McCabe – The New York Times
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