Las gasolineras del oeste de Florida sufren los estragos de las inundaciones que azotaron la semana pasada al estado del sol. El domingo las gasolineras del sur de Florida estaban cerradas.
Las gasolineras del oeste del condado de Palm Beach, así como las de Miami-Dade y Broward, cubrieron los surtidores con plásticos rojos y amarillos mientras los depósitos se vaciaban. Los automovilistas hacían cola por docenas en algunas estaciones que todavía tenían combustible para vender, publicó la prensa local.
Las fuertes lluvias que impactaron el este del condado de Broward, inundaron las carreteras de Port Everglades e interrumpieron el transporte de combustible desde el puerto a las estaciones locales. El domingo por la tarde, las autoridades de Port Everglades emitieron un comunicado en el que pedían al público “paciencia” e insistían en que el alivio está en camino.
Escasez de gasolina en Florida debido a las inundaciones
“Los camiones siguen cargando combustible en Port Everglades para entregarlo a las gasolineras de Florida”, decía el comunicado. “Se anima al público a ser paciente y no correr a las bombas ya que el puerto tiene un amplio suministro de combustible. A medida que más compañías petroleras privadas entren en funcionamiento, las entregas seguirán aumentando.”
Además, está llegando más combustible y “hay tres petroleros en el puerto y seis en alta mar con gasolina, gasóleo y combustible de aviación para los clientes”, añade el comunicado.
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“Los cortes de gasolina en la región se deben principalmente a la inundación de Port Everglades, que interrumpió las operaciones de las terminales de gasolina situadas allí”, dijo Mark Jenkins, portavoz de AAA.
Para compensar la escasez, se estaba trayendo gasolina de Puerto Cañaveral, Tampa y Orlando, dijo Jenkins.
La escasez se produce en un momento inoportuno, ya que los precios de la gasolina en todo el estado han vuelto a dispararse. Los precios de la gasolina en Florida subieron 12 céntimos por galón para empezar el mes. El 8 de abril, por ejemplo, la AAA señaló que el promedio estatal era de 3,58 dólares por galón, lo que empató el precio más alto para 2023, establecido a principios de año en enero.
