En la noche del 19 de abril, la pequeña ciudad de Cole, Oklahoma, fue azotada por un tornado extremadamente peligroso, que dejó dos muertos y destruyó casas y carreteras. El Servicio Meteorológico Nacional de Tulsa informó de vientos de hasta 70 millas por hora y advirtió a los residentes de que las tormentas severas podrían producir granizo muy grande, vientos dañinos significativos y algunos tornados.
El equipo de gestión de emergencias del condado de McClain utilizó Facebook para advertir a los residentes que se pusieran a cubierto. El tornado en Cole Oklahoma se desplazaba hacia el este a 50 kilómetros por hora, y se informó de dos víctimas mortales. Los equipos de emergencia están trabajando para restablecer el suministro eléctrico en la zona, con unas 20.000 personas sin electricidad a primera hora del jueves en Oklahoma, según PowerOutage.us, que supervisa los cortes.
La reciente oleada de tornados y fenómenos meteorológicos extremos ha puesto de relieve la necesidad de mejorar la preparación y las medidas de respuesta ante catástrofes en todo el país. La Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) ha estado trabajando con funcionarios estatales y locales para desarrollar y aplicar estrategias que mitiguen los riesgos de fenómenos meteorológicos extremos.
En todo el mundo se producen tornados, pero en Estados Unidos se producen más que en ningún otro país, con una media de entre 1.150 y 1.200 al año. Muchos tornados se forman en el país porque su geografía y su clima reúnen los ingredientes clave para las tormentas giratorias: una mezcla de aire frío y seco y de aire cálido y húmedo. Los expertos en meteorología afirman que el aumento de la frecuencia podría estar relacionado con el cambio climático.
Como la frecuencia y la gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos siguen aumentando, está claro que hay que hacer más para proteger a las comunidades de todo el país. Ya sea mediante la mejora de los sistemas de alerta temprana, la mejora de las medidas de preparación y respuesta ante catástrofes o el refuerzo de los códigos de construcción y las infraestructuras, es esencial que actuemos para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los estadounidenses.