Ferrari volvió a saborear la gloria en las 24 Horas de Le Mans, la carrera más prestigiosa del mundo del automovilismo, tras medio siglo de espera. La escudería italiana se llevó el triunfo en la edición del centenario de la prueba francesa, que se disputó el pasado domingo, con el Ferrari N.51 pilotado por los italianos Alessandro Pier Guidi y Antonio Giovinazzi y el británico James Calado.
El equipo rojo logró así su primera victoria en Le Mans desde 1965, cuando el legendario Jochen Rindt y el estadounidense Masten Gregory se impusieron con el Ferrari 250 LM. Además, Ferrari puso fin al dominio de Toyota, que había ganado las cinco últimas ediciones de la carrera con su prototipo híbrido.
Una carrera emocionante
La carrera estuvo marcada por la emoción y la incertidumbre hasta el final, con numerosos cambios en el liderato y varios incidentes que afectaron a los favoritos. El Ferrari N.51 tuvo que luchar contra el Toyota N.8, vencedor en 2021, que contaba con el español Fernando Alonso entre sus pilotos, junto al suizo Sébastien Buemi y el japonés Kazuki Nakajima.
A menos de dos horas para la llegada a meta, los dos prototipos estaban distanciados por menos de 30 segundos cuando el piloto de la N.8, Ryo Hirakawa, segundo en ese momento, cometió un error en la frenada de la curva Arnage y golpeó una barrera.
Si bien el Toyota GR010-Hybrid pudo continuar, el piloto japonés tuvo que pasar por boxes para reparar los daños sufridos, dejando pista libre a la Scuderia para lograr su primera victoria desde 1965.
Otros protagonistas
El Cadillac N.2 firma una gran tercera posición, por delante de su otro vehículo, la N.3, cuarto.
El otro Ferrari que participaba en la categoría reina de los Hypercars, la N.50 que arrancó en la pole position, sufrió una avería durante la noche y terminó en quinta posición.
El Toyota N.7 del argentino José María ‘Pechito’ López, vencedor en 2021, abandonó víctima de un accidente a las 00h54 locales (22H54 GMT), cuando conducía el japonés Kamui Kobayashi. El otro integrante del trío de pilotos es el británico Mike Conway.
Además de Ferrari, otras escuderías como Porsche, Cadillac y Peugeot regresaron a la categoría reina en Le Mans, ofreciendo una carrera emocionante con numerosos cambios en el liderato, al ritmo de paradas en boxes, adelantamientos temerarios y averías durante la carrera.
Un hito para Ferrari
La victoria de Ferrari en Le Mans supone un hito para la escudería italiana, que suma su décima corona en la prueba francesa, la segunda más laureada tras Porsche, que tiene 19. Además, Ferrari se consolida como líder del Mundial de Resistencia, con 25 puntos de ventaja sobre Toyota.
“Es un sueño hecho realidad. Hemos trabajado muy duro para volver a la categoría reina y ganar esta carrera tan especial. Es un orgullo para nosotros y para todos los aficionados de Ferrari”, declaró Pier Guidi tras cruzar la meta.
“Ha sido una carrera increíble, muy disputada y con mucha presión. Hemos tenido que dar el máximo hasta el final y no cometer errores. Estoy muy feliz por el equipo y por mis compañeros. Es un día histórico para Ferrari”, añadió Calado.
“Estoy sin palabras. Es una sensación indescriptible. Ganar Le Mans con Ferrari es algo que siempre soñé desde niño. Quiero dedicar este triunfo a toda la gente que nos ha apoyado y a mi familia”, concluyó Giovinazzi.
