Nada mejor que estar en la playa y comer ostras con limón. Estos moluscos nos aportan proteínas y minerales como vitamina D y B12, zinc, selenio y cobre. Además, son extremadamente bajas en grasa y calorías. Pero también pueden haber consecuencias.
Las ostras crudas o poco cocidas pueden contener bacterias y si las comemos es posible que nos enfermemos. El Instituto de Ciencias Alimentarias y Agrícolas de la Universidad de Florida (UF/IFAS) compartió los consejos de Razieh Farzad, una experta de UF/IFAS y Florida Sea Grant en seguridad de mariscos y Keith Schneider, un experto de UF/IFAS en seguridad alimentaria para que puedas seguir disfrutando de este manjar manjar de manera segura.
Las ostras pueden causar vibriosis
La vibriosis es una enfermedad intestinal causada por unas pequeñas bacterias llamadas vibrio. Estas se encuentran en los peces y mariscos que viven en agua salada, ríos y arroyos donde el agua dulce se encuentra con el agua salada.
Sus síntomas pueden aparecer dentro de las 24 horas posteriores a la ingestión y duran aproximadamente tres días. Incluyen diarrea acuosa, a menudo acompañada de contracciones abdominales, náuseas, vómitos, fiebre y escalofríos.
Los niños, adultos mayores, mujeres embarazadas y las personas inmunocomprometidos o que tienen otras afecciones tienen mayor riesgo de contraer la enfermedad.
La producción está regulada
En Estados Unidos, la cosecha de ostras solo está permitida en en cuerpos de agua designados para ello. Además, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) también tiene regulaciones para servir mariscos crudos.
Los restaurantes que sirven ostras crudas u otros productos crudos o poco cocidos, deberán mostrar una advertencia de salud pública proveniente del oficial médico de la autoridad de salud correspondiente.
También deben seguir el código de alimentos y otras regulaciones de seguridad alimentaria para garantizar que se minimice el riesgo de contaminación por patógenos al servir pescado crudo y mariscos.
Cuidados para no consumir ostras contaminadas
Si está en un restaurante pregunte por el método de cocción y asegúrese de que las ostras están debidamente cocidas.
Verifique la fuente de las ostras y solicite la etiqueta del proveedor. Basado en la regulación del Programa Nacional de Saneamiento de Mariscos, la etiqueta que los proveedores utilizan incluye el tiempo y el lugar de cosecha y deberá de mantenerse en las premisas durante 90 días.
Si quieres comer ostras evita comprarlas si las conchas están abiertas. Lava tus manos antes y después de manipularlas y evita tocar los mariscos crudos si tienes una herida abierta en la mano.
Sigue la recomendación de FDA para la manipulación y la cocción segura de ostras para así minimizar el riesgo.
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