La presencia de un atacante cerca de la Universidad Edward Waters (EWU), instituto históricamente negro más antigua de Florida, ha desatado un debate sobre la seguridad de los estudiantes afroamericanos y sus centros de enseñanza.
En el incidente ocurrido este fin de semana se vio a un hombre blanco no identificado, armado con un rifle con esvásticas, preparándose para un ataque en el aparcamiento de la universidad.
Aunque escapó antes de que pudiera ser identificado, este suceso trajo a la memoria pasadas agresiones raciales en Jacksonville, entre ellas el tristemente célebre Ax Handle Saturday.
Ese mismo hombre ejecutó el sábado un tiroteo mortal contra tres individuos negros en una tienda Dollar General de New Town, un barrio predominantemente afroamericano situado a menos de una milla de la EWU.
Este suceso ha revivido recuerdos dolorosos para muchos, entre ellos Nat Glover, exsheriff de Jacksonville y presidente de la EWU, víctima anterior del ataque del sábado de Ax Handle.
Universidades históricamente negras en alerta
Además, pone de relieve el creciente número de amenazas contra universidades históricamente negras (HBCU) en todo Estados Unidos.
El año pasado, el FBI investigó amenazas de bomba contra más de 20 HBCU en varios estados, lo que instigó una nueva oleada de aprensión e impulsó a las escuelas a reforzar sus protocolos de seguridad.
El Departamento de Educación de Estados Unidos ha reconocido esta tendencia. A principios de este año, la Universidad Howard de Washington DC, junto con otras tres instituciones negras, recibió subvenciones por valor de más de 200 mil dólares para aumentar las medidas de seguridad.
La financiación ayuda al personal a realizar controles de bienestar y ofrecer formación adicional en seguridad al personal.
Sin embargo, el reciente incidente de la EWU ha puesto de manifiesto este problema. Independientemente de si la institución era el objetivo previsto, el presidente de la Universidad, Zachary Faison Jr., subrayó la elección deliberada del lugar por parte del tirador, lo que indica una inclinación de motivación racial.
En respuesta al incidente, el director del FBI, Christopher Wray, convocó una teleconferencia con líderes de HBCU, defensores de los derechos civiles y aliados de las fuerzas del orden para discutir el tiroteo, actualmente bajo investigación como un crimen de odio.
Mientras tanto, el gobernador de Florida y candidato presidencial republicano Ron DeSantis prometió ayuda financiera a EWU y a las familias de las víctimas.
Sin embargo, su oferta fue criticada por la representante estatal Angie Nixon, quien sostuvo que el apoyo financiero por sí solo no puede remediar los problemas raciales profundamente arraigados amplificados por la retórica incendiaria.
A medida que las HBCU de todo Estados Unidos se enfrentan a esta escalada de amenazas, la atención se desplaza hacia la mejora de la infraestructura de seguridad de estas instituciones y el fomento de un entorno seguro para los estudiantes y profesores afroamericanos.