Simone Biles, la célebre gimnasta estadounidense, reafirmó su supremacía en la gimnasia al conseguir el domingo por la noche su octavo campeonato de Estados Unidos, estableciendo un récord inigualable.
Biles describe la victoria como un “sueño febril”, un momento que eclipsó todas las dudas, dejando en evidencia sus extraordinarias habilidades gimnásticas.
A sus 26 años, Simone Biles se ha familiarizado con estos momentos de inigualable brillantez, tras una década de carrera repleta de logros sin parangón. Ha dominado el arte de no pensar demasiado, de no permitir que sus pensamientos le resten méritos en su actuación.
Esta conciencia de sí misma se puso de manifiesto durante su reciente actuación, que cautivó al público del SAP Center.
De adolescente prodigio que luchaba por recordar su rápido ascenso a la fama a una consumada recién casada de 26 años, la trayectoria de Simone Biles es realmente inspiradora.
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Al principio de su carrera, se centraba en los hitos futuros: campeonatos del mundo, concentraciones por equipos y Juegos Olímpicos. Hoy saborea conscientemente la emoción de sus victorias, una práctica que no siempre siguió en el pasado.
Con un total de 118,40 en los dos días de competición en el norte de California, Biles se aseguró una cómoda ventaja sobre la segunda clasificada, Shilese Jones, y la tercera, Leanne Wong, de Florida. Biles tiene la intención de celebrar estas victorias, tanto individuales como por equipos, para crear recuerdos duraderos.
El mundo de la gimnasia ha sido testigo de numerosos talentos, pero ninguno tan extraordinario como Biles, que supera constantemente los límites de este deporte. Ha adoptado un régimen de entrenamiento más inteligente, equilibrando con maestría su imagen pública de olímpica con sus aspiraciones personales.
También da prioridad a mantener un nivel de privacidad, manteniendo sus objetivos personales y siendo selectiva en la información que comparte públicamente.
El octavo campeonato de Estados Unidos de Biles ha superado el récord de Alfred Jochim de siete títulos conseguidos entre 1925 y 1933. Su excepcional talento, junto con una nueva madurez, ha consolidado su posición en el cenit de la gimnasia.
A pesar de su dominio, no teme asumir riesgos calculados, como su atrevido salto Yurchenko con doble pica, que le valió la máxima puntuación de la noche a pesar del riesgo potencial de lesión.
De cara al futuro, Biles participará en el campeonato mundial de Amberes el próximo mes de septiembre, con el objetivo de ampliar su ya extensa colección de 25 medallas mundialistas, 18 de ellas de oro. También se espera que acompañe a Biles en el campeonato la prometedora Shilese Jones, de 21 años, que asombró a los espectadores con su increíble actuación en las barras.
En cuanto al futuro, Biles es explícita sobre sus planes. Siente la responsabilidad de continuar con su carrera gimnástica, simplemente porque puede hacerlo. Simone Biles sigue dando forma a este deporte y está claro que no tiene intención de detenerse