El Título 42, decretado en marzo de 2020 por el gobierno de Donald Trump como una medida sanitaria para prevenir la expansión del COVID-19 en la frontera sur, ha recorrido un camino largo y controvertido en el que han habido al menos 2,5 millones de expulsiones.
Cuando Joe Biden buscaba llegar a la Casa Blanca prometió revertir las políticas de Trump que afectan a los migrantes, sin embargo, en casi dos años como presidente, el demócrata ha cambiado su postura: según datos de la organización Oficina de Washington para América Latina (WOLA por sus siglas en inglés) “el gobierno de Biden ha estado utilizando el Título 42 para expulsar a personas migrantes más de 2 mil 500 veces al día en los últimos meses”.
La última acción política tiene que ver con el parole humanitario que, pese a dar 24 mil cupos a venezolanos que ingresen a EEUU en avión y con un patrocinador, deja por fuera a miles de ellos que procuran entrar por la frontera terrestre y son expulsados.
El principio de todo
Pese a que se cree que el Título 42 tiene sus orígenes de 2020, la realidad es que se remonta a una ley de 1944 conocida como la Ley del Servicio de Salud Pública, que daba poderes de emergencia a las autoridades sanitarias estadounidenses en la prevención de la propagación de enfermedades, reseña BBC News.
Con la llegada de la pandemia del COVID-19, Trump invocó el estatuto con la intención declarada de evitar la propagación del virus en Estados Unidos. El expresidente y sus principales asesores estaban a favor de endurecer y revisar la política de migración en el país.
Con el Título 42, el gobierno de Trump tuvo luz verde para expulsar rápidamente a los migrantes que buscaban llegar a EEUU a través de la frontera sur.
Intentos fallidos
En otoño de 2021, el gobierno de Biden empezó a preparar la culminación del programa sanitario. En abril, los Centros para el Control de Enfermedades, encargados de supervisar la política, anunciaron que sería levantada, no obstante, las batallas judiciales impidieron que eso ocurriera en varias ocasiones durante 2022.
Un fallo emitido por el juez de distrito de Columbia, Emmet Sullivan, decretaba que el Título 42 llegaría a su fin el 21 de diciembre. Un grupo de al menos 15 estados liderados por republicanos pidieron a un tribunal de apelaciones mantener activa la política, sin embargo, este la rechazó.
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Dos días antes de cumplirse la fecha tope para el cierre del Título 42, el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts suspendió todo, dejando todo lo como está hasta que se revise el fallo del tribunal inferior.
¿La suspensión no es una buena idea?
La abogada especializada en migración Lesbia Moreno compartió sus impresiones sobre este tema con El Tiempo Latino: “La suspensión y todo lo que esto implica, va a crear más crisis de la que hay en este momento”.
“La eliminación del Título 42 no es la solución, para los migrantes también hay otra situación que es la deportación expedita, que también es una medida de control para detener, expulsar al migrante. De echo esta es más fuerte porque la van a aplicar en el momento y durante el lapso de dos años. Si a la persona la agarran dentro de Estados Unidos y lleva un año (de haber llegado al país) también puede se deportada sin la presencia de un juez, a menos que determine que la persona tiene un miedo creíble”, explicó Moreno, quien además piensa que este mecanismo “es más controversial, es más difícil y va a tener muchísimos más problemas” que el Título 42.
A su parecer, el gobierno de Biden debe buscar medidas efectivas para controlar el ingreso de migrantes a Estados Unidos. “El problemas es que muchas de estas personas tienen antecedentes penales, o tienen crímenes o vienen con problemas y van a causar mucho daño” al país.
La incertidumbre de los migrantes
Actualmente en las adyacencias del río Bravo (limítrofe con Estados Unidos), se apostó un grupo de migrantes -venezolanos en su mayoría- que esperan ansiosamente la eliminación del Título 42 para buscar ingresar a Estados Unidos.
El 20 de diciembre, el gobernador de Texas, Greg Abbot, envió a la frontera de El Paso un contigente de 400 miembros de la Guardia Nacional y puso una cerca de alambre de púas que protegen casi un kilómetro de terreno en las cercanías del río Grande.
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Pese a toda la seguridad, cientos de migrantes buscan entrar a EEUU a diario. En un documento emitido ese mismo día por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), en el transcurso de la semana pasada más de 3 mil 400 migrantes fueron expulsados a México o deportados a sus países de origen bajo el Título 42.
Los migrantes no se preparan
“Las personas vienen sin un propósito … Estados Unidos es una bendición de país, pero si uno no viene preparado con un propósito, las condiciones van a ser terrible y más si vienen en familia”, afirma la especialista en migración.
Agrega que al llegar rompiendo la ley, los migrantes tendrán que enfrentarse a un juez en un juicio con un abogado del gobierno: “Esos son juicios costosos, la gente no habla de eso, ¿cuánto cuesta un juicio en una corte de inmigración?, 7 mil o 10 mil dólares que van a tener que buscar, ya que si se quedan sin documentos legales en este país, la situación es extremadamente complicada”, advirtió.
Lo que se viene
Lesbia Moreno comentó que en enero de 2023 se retoman las sesiones del Congreso y migración será un tema prioritario: “Creo que se van a debatir muchas cosas porque es una necesidad, ya no se puede ocultar y tienen que decidir de qué manera van a controlar el flujo de personas que están entrando sin inspección por puntos no autorizados, lo que es un caos”.