Un reciente ensayo clínico reveló una baja eficacia en los resultados del fármaco de AstraZeneca contra la pandemia del COVID-19 para ser administrado por la vía nasal. Las respuestas inmunes solo fueron reflejadas en una minoría dentro de los participantes en el estudio.
En su Fase 1, investigadores de la Universidad de Oxford notaron que no solo las respuestas de anticuerpos solo se observaron en una minoría de participantes, estas respuestas también fueron más débiles si se les compara con las vacunas.
El recuento. La fórmula nasal usada en el estudio y que se administró fue la misma que se utilizó para las inyecciones intramusculares. Los 30 participantes en el ensayo clínico recibieron una dosis. Ninguno de ellos había sido inmunizado contra la pandemia del COVID-19.
- Del total de los participantes, 14 recibieron segundas dosis nasales luego de 28 días.
- Mientras, otros 12 recibieron vacunas contra el coronavirus no fabricadas por la farmacéutica AstraZeneca.
- Luego de la administración de las dosis, quienes recibieron el tratamiento nasal desarrollaron anticuerpos que “raramente” aumentaron más que el nivel de anticuerpos observado después de una infección por COVID-19.
Te contamos más. Tras el ensayo, los investigadores de la Universidad de Oxford involucrados concluyeron que, si bien la vacuna nasal fue bien tolerada, “no indujo ni una respuesta consistente de anticuerpos de la mucosa ni una fuerte respuesta sistémica”.
Que lo digan ellos. “El aerosol nasal no funcionó tan bien en este estudio como esperábamos. Esto fue bastante diferente de los datos recientes de China, que han sugerido que se pueden lograr buenos resultados mediante la administración de una vacuna similar en lo profundo de los pulmones con un dispositivo nebulizador más complejo”, explicó Sandy Douglas, profesora asociada de la Universidad de Oxford e investigadora principal del ensayo.
Fuente principal de la noticia: The Hill