Al inicio de la pandemia, la gente compraba bienes físicos como pijamas y electrodomésticos para trabajar desde el hogar. Pero con la reapertura de la economía, la demanda se desplazó hacia los viajes y el ocio, lo que ha hecho aumentar los precios en bares, hoteles y aerolíneas.
Según una encuesta de Bankrate, los precios elevados dejaron de ser el problema principal de las personas que deciden no viajar. Este año, 53% de los consultados citó esta razón como principal problema, frente a 57% el año en 2022. Aún así, los vacacionantes con ingresos altos están gastando de todas maneras.
Bajan las tarifas aéreas y de alquiler, suben los alimentos
Las cifras del Índice de Precios al Consumo (IPC) publicadas el miércoles por la mañana muestran que las tarifas aéreas bajaron un 19% en junio con respecto al año pasado. Mientras que los costos por el alquiler de coches descendieron un 12%, en su quinto mes consecutivo de bajas.
Los alimentos fuera del hogar, que incluyen las comidas en restaurantes, siguieron subiendo, pero la tasa de crecimiento anual de esta categoría, del 7,7% en junio, se ralentizó en comparación con el 8,8% que alcanzó en marzo.
NBC News reseñó que la tendencia a la baja se produce un año después de que la inflación alcanzara un máximo de cuatro décadas, al rozar el 9,1% en junio de 2022, a medida que los consumidores volcaban su dinero en el sector servicios.
La demanda de viajes en verano sigue siendo alta
Aunque este verano muchos han optado por viajes más cortos y baratos cerca de casa, la demanda general de viajes sigue siendo alta.
En la encuesta de Bankrate, 63% de los adultos estadounidenses viajarán por ocio este año, en comparación con el 58% del año pasado. El 85% de los hogares que ganan más de $100 mil al año planean hacerlo.
Los viajeros internacionales tienen ingresos medios de casi $110 mil, frente a $83 mil de los viajeros estadounidenses en general. También tienen más tiempo de vacaciones y mayor seguridad financiera que los que no viajan fuera del país, de acuerdo con la consultora Destination Analysts.
La fuerte demanda de viajes al extranjero de alto coste está disparando los precios
La American Automobile Association (AAA) informó que las reservas internacionales de vuelos aumentaron más del 200% en comparación con el año anterior.
Las tarifas promedio a Europa y Asia subieron más de $300 cada una, a más de $1 mil 100 y $1 mil 800 por boleto, respectivamente, indicó la plataforma de reservas de vuelos Hopper. En cambio, el precio promedio de los vuelos nacionales fue de $306 por boleto, un 19% menos que el año anterior.
United Airlines ampliará su red internacional al doble de ritmo que la nacional para satisfacer la demanda, mientras que Delta Air Lines espera un récord de ingresos y rentabilidad en sus rutas internacionales este verano.
Hogares de bajos ingresos limitan sus salidas
Los consumidores que se quedan en EEUU tienen opciones más asequibles para gastar durante su tiempo libre, pero muchos no lo hacen.
El mes pasado, Darden Restaurants, propietaria de Olive Garden y Longhorn Steakhouse, informó de un descenso de las visitas de hogares con rentas más bajas en comparación con el año pasado, junto con una ralentización de las ventas de alcohol.
Pero ambas medidas se mantienen por encima de los niveles anteriores a la pandemia, lo que apunta a una vuelta a patrones más normales.
En Cracker Barrel, los directivos señalaron recientemente un “notable descenso del tráfico”, y el director financiero Craig Pommells declaró a los inversores el 6 de junio: “Creemos que algunos de nuestros clientes más preocupados por el precio pueden estar reduciendo sus compras al por menor como forma de gestionar su gasto total cuando cenan con nosotros”.
Los parques de atracciones también se han visto afectados. The Wall Street Journal informó esta semana de que el tráfico en los parques de Disney en EEUU se ha ralentizado este verano, reduciendo las colas de espera durante el fin de semana del Día de la Independencia a mínimos de casi una década.
