California experimenta uno de los cambios climáticos más agudos en EEUU. Hace poco los californianos oraron para que lloviera: con los aguaceros esperaban aliviar la sequía provocada por el cambio climático, disminuir las olas de calor que provocaron cortes de energía y extinguir los incendios forestales que han devastado bosques.
La sequía ha sido la peor en al menos 1 mil 200 años y ha provocado que los campos de cultivo se marchiten y los pozos se sequen. Sin embargo, en la actualidad la lluvia de las tormentas ha provocado que el agua se eleve sobre las riberas de los ríos y ocasionando caos.
El agua está corriendo a través de las comunidades provocando inundaciones; y convirtiendo las laderas de las montañas quemadas en avalanchas de lodo.
El martes las tormentas cortaron el suministro eléctrico a aproximadamente 150 mil clientes en todo el estado. Ese día la inundación provocó evacuaciones en Montecito y otras partes del condado de Santa Bárbara. También se llevó a un niño de cinco años que aún no ha sido encontrado.
Las autoridades informaron que al menos 16 personas han muerto por las tormentas de las últimas dos semanas, más que la cantidad de vidas perdidas en incendios forestales en los últimos dos años.
¿A qué se deben los cambios climáticos en California?
La reciente avalancha de ríos atmosféricos ha incrementado los peligros de la paradoja climática de California: el aumento de las temperaturas globales está haciendo que la región sea más seca, caliente y propensa a los incendios, pero también aumenta la probabilidad de lluvias repentinas y severas.
Por su parte, expertos señalaron a The Washington Post que el estado no está preparado para períodos de demasiada agua. Las crecientes sequías de California y las tormentas cada vez más intensas representan dos caras de la misma moneda meteorológica.
Ambos cambios climáticos en California están vinculados al hecho de que cada aumento de un grado Celsius en la temperatura permite que el aire contenga un 7% más de humedad.
Esto hace que la atmósfera esté “más sedienta” durante las estaciones secas, y así absorbe el agua de la vegetación y los suelos.
¿Qué significa? Pues que hay más agua disponible para las tormentas. Por eso cuando llueve es a cántaros.
“No se puede apartar la vista de los períodos húmedos y cómo prevenir inundaciones catastróficas… Ese es el gran desafío”, Jeffrey Mount, hidrólogo y miembro principal del Instituto de Políticas Públicas de California.
Crisis climática y alimentaria en EEUU
Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California, Merced, al cumplir tres años de sequía en 2022 el estado sufrió una pérdida de $1,7 mil millones en ingresos por cultivos.
Esta crisis se debe directamente a la reducción de la superficie cultivada. Los agricultores, ganaderos y procesadores de alimentos ya perdieron $1 mil 300 millones en 2021 durante la sequía que comenzó en 2020 y continúa en la actualidad.
En diciembre de 2022 la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica informó que agricultores registraron pérdidas superiores a $1 mil millones debido a catástrofes causadas por el mal clima.
Los estados de Texas, California y Florida están entre los más afectados por las afectaciones causadas por los climas extremos. El año pasado en California el 7% de las tierras de cultivo de la entidad se quedaron sin plantar por falta de agua para el riego.
De acuerdo con un informe de 2022 de la Agencia de Protección Ambiental de California, cambio climático causado por el hombre, impulsado principalmente por la quema de combustibles fósiles, ha calentado a California en aproximadamente 1,4 grados centígrados (2,5 grados Fahrenheit) desde 1895.
Los científicos explicaron que este aumento de la temperatura está exacerbando el clima natural de “auge y caída” de California, caracterizado por veranos secos e inviernos húmedos.
Un cuerpo de investigación emergente, conocido como ciencia de la atribución, ha demostrado que el cambio climático es responsable de aproximadamente el 42% de la sequía severa en curso que ha afectado al oeste de los Estados Unidos desde principios del siglo XXI.
Los investigadores aún están estudiando la conexión climática en la reciente serie de tormentas de California. Pero los modelos sugieren que los ríos atmosféricos, que históricamente han suministrado la mitad del agua del estado, se están fortaleciendo y continuarán intensificándose a medida que el planeta se calienta.