OceanGate es una empresa de exploración submarina fundada en 2009 por Stockton Rush, un empresario e ingeniero apasionado por el océano. Su objetivo era crear sumergibles innovadores y accesibles para llevar a científicos, investigadores y turistas a las profundidades marinas.
Entre sus proyectos más ambiciosos estaba el de explorar el Titanic, el famoso transatlántico que se hundió en 1912 tras chocar con un iceberg, y que yace a unos 3.800 metros bajo el nivel del mar, el equivalente a nueve edificios Empire State apilados uno encima del otro.
Para ello, OceanGate diseñó el Titan, un sumergible capaz de resistir la enorme presión del agua a esa profundidad, y que podía albergar a cinco personas: un piloto, un copiloto y tres pasajeros. La empresa cobraba hasta 250.000 dólares por persona por cada uno de sus viajes al Titanic, que duraban ocho días e incluían varias inmersiones al naufragio.
“[Su] inmersión no solo proporcionará una experiencia de viaje emocionante y única, sino que también ayudará a la comunidad científica a aprender más sobre el pecio y el entorno del océano profundo”, se lee en su página web. “Esta es su oportunidad de salir de la vida cotidiana y descubrir algo realmente extraordinario”.
¿El fin de OceanGate?
Tras el fatal accidente, muchos se preguntan si OceanGate podrá seguir operando o si tendrá que cerrar sus puertas definitivamente. William Mack, un abogado especializado en litigios comerciales, dijo a Insider que creía que la empresa no sería capaz de recuperarse.
“¿Te imaginas que vuelvan a tener otro cliente o inversor?”, preguntó. “Están acabados”.
Sin embargo, la empresa sigue anunciando sus viajes al Titanic en su página web. La empresa escribe que sus viajes de 2023 están “actualmente en marcha” y todavía lista dos expediciones programadas para el 12 al 20 de junio y otra del 21 al 29 de junio de 2024, partiendo de St. John’s Newfoundland, Canadá.
El trágico accidente que acabó con cinco vidas
Sin embargo, el sueño de OceanGate se convirtió en pesadilla el pasado 18 de junio, cuando el Titan se desintegró durante una misión al Titanic, matando a Rush y a los cuatro pasajeros que le acompañaban. Según los informes, el sumergible sufrió una implosión debido a un fallo estructural cuando estaba cerca del fondo marino.
El accidente ha conmocionado al mundo de la exploración submarina y ha puesto en entredicho la seguridad y la fiabilidad de los sumergibles experimentales de OceanGate. Ingenieros dentro de la empresa habían expresado durante años sus preocupaciones de que el sub no había sido probado lo suficiente para uso civil, especialmente a grandes profundidades.
En 2018, decenas de líderes del sector escribieron una carta rogando a Rush que detuviera las expediciones: “Nuestra aprensión es que el actual enfoque ‘experimental’ adoptado por OceanGate podría resultar en resultados negativos (desde menores a catastróficos) que tendrían graves consecuencias para todos en la industria”, escribieron.