El jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, anunció el sábado que sus hombres, que se dirigían hacia Moscú desde el suroeste de Rusia, “vuelven” a sus campamentos para evitar un baño de sangre. El presidente ruso, Vladimir Putin, condenó la “traición” de Prigozhin y alertó del riesgo de una “guerra civil” en pleno conflicto con Ucrania.
Prigozhin es un empresario cercano al Kremlin que financia y dirige a Wagner, una organización militar privada que opera en varios países en conflicto como Siria, Libia o la República Centroafricana. Según varias fuentes, Wagner cuenta con unos 5.000 combatientes entrenados y equipados por Rusia.
El viernes, Prigozhin anunció una rebelión contra Putin y declaró su apoyo al líder opositor Alexéi Navalni, actualmente encarcelado y en huelga de hambre. Prigozhin acusó a Putin de ser un “tirano” y un “traidor a la patria” por su política hacia Ucrania y afirmó que sus hombres marchaban hacia Moscú para “liberar al pueblo ruso”.
Lukashenko negoció con Prigozhin para detener los movimientos de sus hombres
Antes del anuncio de Prigozhin, el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, aliado de Putin, aseguró que había negociado con el líder de los paramilitares para “detener los movimientos” de sus hombres y evitar una nueva escalada y que éste aceptó la propuesta.
Lukashenko dijo que habló por teléfono con Prigozhin durante más de una hora y le pidió que reconsiderara su posición. Según Lukashenko, Prigozhin reconoció que había cometido un error y que estaba dispuesto a volver a los campamentos.
“Le dije que no podía permitir que se derramara sangre en Rusia, que era nuestro hermano mayor y nuestro aliado estratégico. Le dije que tenía que pensar en las consecuencias de su acción y en el futuro de su país. Le dije que no era tarde para rectificar y que yo le ayudaría a resolver la situación”, relató Lukashenko.
Putin condenó la “traición” de Prigozhin y alertó del riesgo de una “guerra civil”
El presidente ruso, Vladimir Putin, condenó la “traición” de Prigozhin y alertó del riesgo de una “guerra civil” en pleno conflicto con Ucrania. Putin dijo que Prigozhin había actuado por “intereses egoístas” y que había puesto en peligro la seguridad y la estabilidad de Rusia.
Putin dijo que las fuerzas de seguridad rusas estaban preparadas para hacer frente a cualquier amenaza y que no tolerarían ningún intento de desestabilizar el país. Putin dijo que Prigozhin había sido manipulado por los “enemigos de Rusia” y que había traicionado a su patria y a su pueblo.
“Prigozhin ha demostrado ser un traidor y un renegado. Ha jugado con el fuego y ha puesto en riesgo la vida de miles de personas. Ha sido engañado por los que quieren debilitar a Rusia y provocar una guerra civil. No le perdonaremos ni le olvidaremos. Le haremos pagar por su crimen”, advirtió Putin.