Un gran jurado de Manhattan votó a favor de acusar al expresidente Donald Trump este jueves, lo que lo convierte en la primera persona en la historia de Estados Unidos en servir como comandante en jefe y luego ser demandado por un delito y presentado ante la Corte.
Se espera que Trump se entregue y comparezca ante el tribunal el martes a las 2:15 pm, informó a The Washington Post una fuente familiarizada con el asunto.
Los cargos precisos aún no se conocen, pero el caso se centra en un pago de dinero secreto a Stormy Daniels, una estrella porno, durante su campaña de 2016.
Trump, quien está haciendo campaña para regresar a la Casa Blanca en 2024 y encabezando la mayoría de las encuestas de votantes republicanos, también es el foco de investigaciones criminales en Georgia y Washington, DC.
Estas investigaciones están relacionadas con sus esfuerzos para anular la victoria electoral de Joe Biden en 2020 y su manejo de material clasificado en Mar-a-Lago, su hogar y club privado en Florida.
La acusación sigue a semanas de especulaciones sobre si el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, podría dar un paso tan trascendental hacia un enfrentamiento judicial con uno de los políticos más populares en la historia moderna de Estados Unidos.
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La presentación de Donald Trump en la Corte
Se espera que Trump, como cualquier acusado criminal, sea procesado antes de su lectura de cargos, incluidas las huellas dactilares y las fotos policiales.
La seguridad será una preocupación, dado que tiene un destacamento importante del Servicio Secreto como expresidente, un tema novedoso en un caso histórico.
Es probable que el agente especial a cargo del detalle de seguridad de Trump, Sean Curran, o su asistente, acompañe personalmente al expresidente cuando sea procesado.
Se estima que el equipo legal de Trump intente repudiar el caso antes de que llegue a juicio, argumentando que, entre otras cosas, no se cometió ningún delito porque incluso la supuesta conducta del expresidente no se ajusta al significado o la aplicación de la ley.
Los abogados y defensores de Trump han argumentado que no se le puede acusar de fraude comercial porque el propósito del pago no era ayudar a la campaña, sino proteger su reputación y matrimonio.
