Los inmigrantes latinoamericanos a menudo enfrentan obstáculos y discriminación en los países donde se establece. Uno de los factores que contribuye a la imagen negativa y estereotipada es la cobertura mediática de los delitos y los problemas sociales asociados con la migración.
En este artículo se analiza cómo la cobertura mediática de la migración puede influir en la percepción pública de los migrantes en países como Estados Unidos, Chile, Perú y otros. Se examina cómo los medios pueden afectar la imagen de los migrantes y perpetuar estereotipos, con el objetivo de fomentar una reflexión crítica sobre el papel de los medios en la construcción de narrativas migratorias
En documento elaborado por Organización Internacional para las Emigraciones (OIM) se señala que diversos estudios han concluido que los medios de comunicación rara vez ofrecen una imagen equilibrada de la migración y sus efectos.
Según Papademetriou y Heuser (2009), la cobertura periodística tanto en Europa como en América del Norte dificulta la reforma del sector normativo de la migración al enfatizar la ilegalidad y el rol del migrante en el proceso, mientras resta importancia al papel que podrían desempeñar el gobierno o los empleadores.
Un estudio de los medios de comunicación en los Estados Unidos reveló que “prácticas profundamente arraigadas en el periodismo estadounidense han dado lugar a descripciones que inducen al público a asociar la inmigración a la ilegalidad, situaciones de crisis, controversia y fallos del Gobierno” (Suro, 2009).
Lo más preocupante es lo que Suro denomina el “efecto acumulativo” de la cobertura periodística, que sugiere que la información excesiva o insuficiente sobre un ángulo determinado es el causante de distorsionar la realidad.
En Chile, un estudio del Centro de Investigación Periodística (CIPER) encontró que los medios chilenos informan de manera desproporcionada y sesgada sobre los delitos cometidos por inmigrantes, lo que genera una percepción abultada y negativa de estos.
Desde Estados Unidos, un informe del Instituto de Política Migratoria (MPI) advierte que la percepción pública de que la inmigración está aumentando las tasas de delincuencia está fuera de lugar.
“El análisis de los datos del 2019 sugiere que, en su mayor parte, los migrantes venezolanos cometen sustancialmente menos delitos, y ciertamente menos delitos violentos, que la población nativa, en relación a su proporción dentro de la población general”.
Una investigación llevada a cabo en Perú ha destacado el impacto significativo que los medios de comunicación de ese país tienen en los migrantes. El “Estudio de opinión sobre la población extranjera en el Perú” indica que el lenguaje utilizado por los responsables de la opinión pública puede ser deshumanizante y estereotipado, lo que refuerza una imagen perjudicial de la comunidad foránea.
Además, una medición publicada recientemente por Cadem, una encuestadora de renombre en Chile, indica un aumento alarmante en el rechazo a los inmigrantes: el 77% cree que su llegada es perjudicial para el país, un aumento de 21 puntos porcentuales desde octubre de 2021 y el nivel más alto desde 2016. El 86% cree que se deben imponer restricciones a la inmigración, un aumento de 17 puntos porcentuales desde el 2021, y el 66% cree que la inmigración es dañina porque aumenta los problemas sociales.
Todos los estudios coinciden que la mayoría son personas trabajadoras y responsables, que contribuyen de manera significativa tanto a sus comunidades receptoras como a países de origen. Sin embargo, la cobertura negativa y desproporcionada de los delitos o problemas generados por inmigrantes, hace fomentar la xenofobia y la intolerancia hacia aquellos que son diferentes.
Los medios deben utilizar un lenguaje respetuoso y humano al referirse a las personas emigradas y considerar sus historias y razones detrás de su inmigración. Al hacerlo, podemos ayudar a promover una mayor comprensión, respeto y empatía hacia la comunidad extranjera y combatir los prejuicios y estereotipos negativos.