En la era del empoderamiento femenino, iconos mundiales como Beyoncé, Taylor Swift y la película de Barbie están realizando importantes contribuciones económicas. El carisma magnético de estas figuras atrae a millones de fans, impulsando significativamente la economía.
La película Barbie ha recaudado más de mil millones de dólares en taquilla, y la popular gira de Beyoncé fue culpada con humor del aumento de la inflación en Estocolmo. Además, se prevé que las seis últimas noches de The Eras de Taylor Swift en Los Ángeles aporten 320 millones de dólares en la economía de la ciudad, según estimaciones del Centro de Empleo y Economía de California.
Kristina Chiappetta, directora ejecutiva de estrategia de Landor & Fitch, declaró a CNN que la influencia económica de las mujeres es amplia e innegable. Señaló, sin embargo, que muchas marcas luchan por comunicarse eficazmente con su público femenino.
Chiappetta afirmó que las mujeres controlan o influyen en más del 80% del gasto de los consumidores. El importante número de mujeres en edad de trabajar en Estados Unidos, y su poder adquisitivo, confirma aún más esta afirmación.
Los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales muestran que las tasas de participación de las mujeres en la población activa se han recuperado de la caída pandémica, y las cifras de junio alcanzaron un récord del 77,8% para las mujeres de 25 a 54 años.
La dedicación de fans como Helen Polise, que desafió la cancelación de dos vuelos para asistir al último concierto de Taylor Swift en Los Ángeles con su hija Juli, da fe del potente atractivo de estos iconos femeninos.
Chiappetta subrayó que la capacidad del público para identificarse con estas mujeres en la pantalla y el escenario es un factor clave del éxito de estas experiencias protagonizadas por mujeres.
El importante poder adquisitivo de los fans es evidente: algunas entradas para los conciertos de Swift y Beyoncé superan los mil dólares.
Las jóvenes que vieron la película “Barbie” y asistieron al concierto de Taylor Swift con sus madres salieron de allí con un renovado aprecio por el “poder de las chicas”.
“Creo que lo que es realmente poderoso cuando ves la película ‘Barbie’ o lees o escuchas las letras de Taylor Swift es que expresa la experiencia multidimensional completa de ser una mujer hoy. Y eso es algo que no hemos visto mucho cuando miras el marketing tradicional. La forma en que muchas marcas hablan con las mujeres es muy unidimensional”, comentó Chiappetta.