El director de Sanidad de Estados Unidos (surgeon general, en inglés), Vivek Murthy, advirtió que en el país hay una epidemia de soledad y aislamiento.
“En cualquier momento, aproximadamente uno de cada dos estadounidenses experimenta niveles mensurables de soledad. Esto incluye a introvertidos y extrovertidos; ricos y pobres, jóvenes y mayores”, escribió Murthy en un artículo de opinión publicado en The New York Times.
Según el especialista, los síntomas que desencadenan la soledad suelen ser muy variados y pueden ir desde la pérdida de un ser querido o de un empleo; por un traslado a una nueva ciudad; por dificultades económicas o de salud, o por una pandemia única en el siglo.
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El jefe de sanidad destacó, en su artículo del domingo 30 de abril, que la soledad aumenta el riesgo de que las personas padezcan ansiedad y depresión.
“También aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiacas (29%), demencia (50%) e ictus (32%). El mayor riesgo de muerte prematura asociado a la desconexión social es comparable al de fumar a diario, y puede ser incluso mayor que el riesgo asociado a la obesidad”.
“Tenemos que reconocer la soledad y el aislamiento que sufren millones de personas y las graves consecuencias que tienen para nuestra salud mental, física y el bienestar colectivo”, continúa el texto de Murthy.
Murthy adelantó en el artículo que propondrá un marco nacional para buscar reconstruir la conexión social y la comunidad en Estados Unidos.
En primer lugar, debemos reforzar la infraestructura social: los programas, las políticas y las estructuras que contribuyen al desarrollo de relaciones sanas. Esto significa apoyar programas escolares que enseñen a los niños a construir relaciones sanas, un diseño del lugar de trabajo que fomente la conexión social y programas comunitarios que unan a las personas.
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En segundo lugar, tenemos que renegociar nuestra relación con la tecnología, creando un espacio en nuestras vidas sin nuestros dispositivos para que podamos estar más presentes unos con otros. Esto también significa optar por no participar en diálogos en línea que amplifican el juicio y el odio en lugar de la comprensión.
Por último, tenemos que tomar medidas en nuestras vidas personales para reconstruir nuestra conexión con los demás, y los pequeños pasos pueden marcar una gran diferencia.
Esta es la medicina que se esconde a plena vista: está demostrado que la conexión mejora la salud del corazón, el cerebro y la inmunidad. Puede consistir en dedicar 15 minutos al día a acercarnos a las personas que nos importan, presentarnos a nuestros vecinos, ir a ver a compañeros de trabajo que puedan estar pasándolo mal, sentarnos con personas con puntos de vista diferentes para conocerlas y entenderlas, y buscar oportunidades para servir a los demás reconociendo que ayudar a la gente es uno de los antídotos más poderosos contra la soledad.