Los astronautas pueden pasar meses o años en el espacio sin regresar a la tierra. ¿Te has preguntado de dónde consiguen agua para sobrevivir? Puede que muchos prefieran no pensar en ello, pero el agua que beben se recicla a partir del sudor y la orina de sus colegas.
La NASA reveló en un comunicado de prensa que se había recuperado con éxito el 98% de las aguas residuales de la estación espacial gracias a un nuevo sistema. Se trata de un aumento de entre 3% y 4% con respecto al sistema anterior.
¿Cómo lo hacen?
El reciclaje de sudor se realiza a través del Sistema de Control Medioambiental y Soporte Vital, también conocido como ECLSS, que es un sistema de hardware que proporciona aire limpio y agua.
Un componente utiliza deshumidificadores avanzados que capturan la humedad creada por la respiración y el sudor de la tripulación, que se convierte en agua potable.
Otro subsistema, el Conjunto Procesador de Orina (UPA), recupera el agua de la orina mediante destilación al vacío. Sin embargo, esta destilación aún deja algo de salmuera de orina, un subproducto que, según la NASA, aún contiene algo de agua que puede reutilizarse.
Aquí entra en juego un procesador para extraer el agua restante de la salmuera. Según Jill Williamson, responsable de los subsistemas de agua del ECLSS, antes de este componente añadido sólo se podía reciclar el 93% o 94% del agua, en lugar del 98% actual.
No termina allí…
Para asegurarse de no tomar agua con residuos y que sea potable, el agua recogida pasa por un filtro para eliminar cualquier resto de contaminación. Los sensores detectan cualquier impureza y el agua considerada inaceptable para el consumo se vuelve a procesar.
También se añade yodo al agua que los sensores consideran aceptable para evitar la proliferación microbiana. A continuación, se almacena hasta que llega el momento de que la tripulación la utilice.
No es algo nuevo para los astronautas
El sistema de reciclaje de orina y sudor no es una tecnología nueva, ya que existe desde el 2008. Antes, la NASA enviaba agua a bordo de un transbordador espacial o un cohete para que los astronautas cubrieran sus necesidades básicas, lo que resultaba complicado.
“La imposibilidad de reabastecimiento durante la exploración significa que tenemos que ser capaces de recuperar todos los recursos que la tripulación necesita en estas misiones”, señaló Jill Williamson, responsable de subsistemas de agua del ECLSS.
Williams aseguró que la tripulación no bebe orina, sino “agua recuperada, filtrada y limpiada” que es incluso más limpia que la que bebemos en la Tierra.
Tenemos muchos procesos en marcha y muchas pruebas en tierra para garantizar que producimos agua limpia y potable”, agregó.
Christopher Brown, parte del equipo del Centro Espacial Johnson que gestiona el sistema de soporte vital de la estación espacial, afirmó que este es un avance en la evolución de los sistemas de soporte vital.
Según Brown, reciclar tantos recursos como sea posible los ayudará a prepararse para misiones más largas y lejanas.
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