De los más de 27 millones de estadounidenses que no tienen seguro médico casi 18% son latinos, según datos del último censo. La complejidad y el alto costo del sistema de salud de Estados Unidos presenta diferentes complicaciones para los latinos que viven en el país.
Alta inversión, pero no los más saludables
De acuerdo con datos oficiales, EEUU invirtió $4,3 trillones en salud en el 2021. Es el gasto más alto de todos los países occidentales ricos.
A pesar de la inversión, sus ciudadanos no son los más saludables. EEUU tiene la esperanza de vida más baja entre los países desarrollados, según un reporte publicado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
El país también tiene la mayor carga de enfermedades crónicas y obesidad. Además de un mayor número de hospitalizaciones y muertes que pudieron ser evitadas.
El alto costo del servicio de salud en EEUU
Los servicios de salud a los que los pacientes tienen acceso son limitados y en muchos casos no son completamente gratuitos. El alto costo de los servicios es la principal barrera de acceso a la salud para 70% de los adultos en este país.
Por ejemplo, un viaje corto en ambulancia cuesta entre $800 y $1 mil 200, el tratamiento de una pierna rota puede costar $7 mil 500 y la factura por tres días en el hospital podría alcanzar los $30 mil.
En los años 60, el gobierno creó el programa nacional para personas de bajos ingresos Medicaid, con la intención de ayudar a las personas. El problema es que para ser elegible para este programa hay muchos requisitos, incluído que se requiere ganar muy poco dinero.
Este requisito hace que muchas personas de clase media no sean elegibles, porque no son consideradas lo suficientemente pobres para recibir esta ayuda, aunque probablemente sí la necesitan. Los indocumentados tampoco son elegibles para beneficios federales como este.
Los problemas que enfrentan los subsidiados
En 2010, en el gobierno de Barack Obama, se aprobó la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, conocida como ObamaCare. Esta ley obligó a las compañías aseguradoras a aceptar a cualquier aplicante sin cobrarle más por tener problemas de salud preexistentes y aumentó el límite salarial para recibir subsidios.
Pero estos subsidios no siempre son generosos y muchas personas de clase trabajadora tienen que pagar cientos de dólares al mes por seguro médico, aún cuando son subsidiados.
Luego el gobierno federal ofreció a los estados un presupuesto para expandir el límite salarial para cobertura médica de personas pobres. Pero estados como Texas y Florida, dos de los estados con más latinos, decidieron no extender.
Otras personas tienen seguro médico privado a través del trabajo, pero en la gran mayoría de los casos, el empleador solo paga un porcentaje de las primas y el trabajador debe pagar el resto, más los deducibles, copagos y coseguros.
Lo complicado del sistema y la falta de acceso a la información
“El sistema de salud es muy complicado en los Estados Unidos”, señaló María González, empleada de la organización Health Care For All, en Massachusetts. Superar el proceso de aplicación supone un esfuerzo importante, González indicó que son demasiadas opciones y que se deben tener en cuenta muchos factores.
Carlos Solís, quien también trabaja en Health Care for All, expuso que muchas personas se confunden cuando un programa como Medicaid les informa que son elegibles, pero que necesitan enviar cierta documentación.
“La gente no entiende. La gente entiende nada más de que ok, ya tengo seguro médico y punto. No tengo que hacer absolutamente nada más”, indicó Solís.
Además de la aplicación, la terminología también es difícil de entender. “El tema de la cobertura privada, el tema de por ejemplo, de conceptos como copagos, primas, coseguros y deducibles, son cosas que nuestras comunidades no están familiarizadas con esos conceptos”, expresó González.
El profesor de economía, David Cutler, expuso que se hizo un estudio en el que participaron personas que trabajaban en la universidad, con un nivel educativo elevado.
A las personas se les dio un plan de seguros para analizar y que podían revisar para luego responder cuánto debían pagar en una cita médica. Incluso al ser personas con nivel alto de educación y con la información en sus manos la mayoría no pudo calcularlo.
Escasez de médicos entrenados en español y con conocimiento de la cultura afecta a los latinos
El idioma también puede ser otra barrera importante para muchos inmigrantes que necesitan servicios de salud. Álvaro Largo, un inmigrante de Nicaragua que vive en Massachusetts y trabaja en la construcción, tiene 20 años en EEUU y dice que su nivel de inglés es suficiente para entender las cartas, pero aún así le resulta difícil.
“La forma que nos dan o las cartas que nos envían son bastante complicada, diría yo, en el aspecto de que el lenguaje que usan no es un lenguaje que nosotros podamos entender”, expresó Largo a quien Carlos Solís de HealthCare For All ayudó a completar su aplicación.
Largo indicó que prefirió hacer el proceso en español de la mano HealthCare For All para estar seguro de que iba a hacer las cosas correctamente.
Pero no solo es el idioma, la cultura también es un punto que puede ser crucial en el cuidado de la salud. Actualmente, solo 6% de los médicos en ejercicio en EEUU son hispanos y esto tiene repercusiones en la salud de los latinos.
Joe Bentancourt, médico primario en el Massachusetts General Hospital, y se ha dedicado a estudiar las disparidades de la atención médica en el país, hace hincapié en la importancia de conocer la cultura, como por ejemplo lo que comen los latinos, para tratar enfermedades como la diabetes o la obesidad.
“Yo entendiendo la importancia del arroz, de la tortilla, de la arepa, de lo bueno que es, pero lo peligroso que es, si uno tiene diabetes, pues ya yo puedo hablar con el paciente, negociar, que si se puede comer un poco o se puede comer de una manera preparada, diferente ya, pues uno maneja la cultura con la dieta, con más confianza y con más conocimiento”, expuso.