Un trágico incidente ocurrió durante unas vacaciones familiares en Puerto Rico cuando un joven de 17 años de Maryland recibió un disparo mortal que causó heridas graves a su tío y a su padrastro.
Tommy Grays III, encontró un trágico destino el 1 de julio en la playa de Isla Verde en un desafortunado suceso que ha sido clasificado por las fuerzas del orden de Puerto Rico como un “tiroteo premeditado” tras un acalorado desacuerdo, según informa NBC 4.
Carlos Aníbal Rosado Martínez, de 23 años, el presunto culpable, también está acusado de agredir al tío y al padrastro del adolescente, lo que provocó graves heridas en la cara a este último, que ahora se encuentra bajo cuidados médicos.
Martínez se entregó a las autoridades locales el pasado viernes y actualmente se enfrenta a cargos de homicidio, intento de asesinato y tenencia ilícita de armas de fuego.
Las fuerzas del orden locales han identificado al catalizador del fatal conflicto.
Tommy Grays, padre del adolescente fallecido, narró el desgarrador incidente, afirmando que la situación se había calmado antes de que el acusado decidiera recurrir a las armas de fuego.
Te puede interesar: Seis adolescentes tiroteados durante celebración de Juneteenth en Milwaukee
Según Grays, su hijo había intervenido para mediar en la situación. Después de que la situación pareciera resuelta, volvió a bañarse con su padrastro cuando el acusado regresó con un arma de fuego, disparándoles.
El afligido padre expresó su angustia por la versión que circula en la isla, que presenta erróneamente a su hijo como el instigador de la violencia.
Defendió fervientemente el carácter de su hijo, afirmando que era una persona pacífica que nunca se había visto implicada en disputas físicas. Expresó su conmoción por las trágicas circunstancias que condujeron a la muerte prematura de su hijo.
El adolescente estaba a punto de empezar el último curso en el instituto James Hubert Blake de Montgomery (Maryland). Lamentablemente, sus sueños de graduarse nunca se materializarán.
Este incidente es el tercer ataque mortal contra un turista en Puerto Rico en un periodo de dos meses.
El padre del fallecido ha criticado los esfuerzos de Puerto Rico para proteger su industria turística, sugiriendo que estas medidas han dado lugar a que se culpe injustamente a los turistas en los incidentes violentos.
Insistió en que, en este caso concreto, el turista no fue quien provocó el enfrentamiento, desafiando la narrativa ampliamente aceptada en la isla.