La primera persona de raza negra que lidera un partido político en el Congreso debe unir a sus colegas para asegurar una mayoría en 2024.
Cuando Hakeem Jeffries era un niño y vivía en Crown Heights, un barrio obrero de Brooklyn, su congresista era Shirley Chisholm, una política neoyorquina que en 1968 se convirtió en la primera mujer negra electa para formar parte del Congreso de Estados Unidos. En 2012, Jeffries resultó electo para representar la misma zona.
Esta semana, Jeffries hizo historia al resultar electo por unanimidad como líder del partido Demócrata de la Cámara de Representantes justamente el mismo día en que habría sido el cumpleaños de Chisholm. Ahora es la primera persona negra en liderar un partido político en el Congreso y el sucesor de Nancy Pelosi.
En el discurso que dio en el Capitolio, Jeffries invocó el recuerdo de su predecesora. “Gracias a personas como Shirley Chisholm y tantas otras es que hoy puedo estar donde estoy mientras trabajamos para avanzar juntos en equipo en favor de los estadounidenses de a pie”, aseguró. “Porque eso es lo que hacen los Demócratas”.
Pelosi, de 82 años, lo apoyó con entusiasmo, diciendo que “un nuevo día [está] amaneciendo” y que era el momento “de que una nueva generación lidere la bancada demócrata”.
Hace tiempo que en el Capitolio ven a Jeffries, de 52 años, como una estrella en ascenso y un hábil comunicador. Pero después de que los demócratas perdieran por poco el control de la Cámara de Representantes el mes pasado, se enfrenta a una dura batalla para recuperar la Cámara en 2024, y para mantener a su partido unido frente a la oposición Republicana.
Sin embargo, sus colegas aseguran que el ex litigante está preparado para cumplir con la tarea. Chuck Schumer, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, quien también es de Brooklyn, elogió a Jeffries esta semana al destacar el trayecto que tienen en común, desde la modesta crianza en Nueva York hasta los pasillos del poder.
“Cuando uno se cría en Brooklyn, se aprenden rápidamente virtudes como la persistencia y la valentía”, señaló Schumer. “Es un lugar concurrido y diverso. Aprendes a trabajar con todo tipo de personas, a mantenerte firme y a no tomarte las cosas como algo personal”.
Jeffries nació en 1970, hijo de una trabajadora social y de un asesor en materia de abuso de sustancias. Asistió a escuelas estatales antes de estudiar Ciencias Políticas en la Universidad Estatal de Nueva York en Binghamton. En su último año, la absolución de los policías que habían golpeado a Rodney King y los consiguientes disturbios en Los Ángeles lo inspiraron a dedicarse a la política.
Adrian Fenty, ex alcalde de Washington DC, quien fue compañero de habitación de Jeffries en la escuela de posgrado, lo describió como alguien con una “sosegada intensidad”, y añadió: “Eran contadas las cosas en las cuales no era el mejor”.
Después de estudiar derecho, Jeffries se incorporó a uno de los principales bufetes de abogados de Nueva York antes de convertirse en litigante interno de Viacom y CBS. Durante ese tiempo, trabajó en una demanda derivada del “mal funcionamiento del vestuario” de Janet Jackson en el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl de 2004. Se casó con Kennisandra Arciniegas-Jeffries, quien trabaja para un importante sindicato, y ahora tienen dos hijos.
Tras dos intentos infructuosos, fue electo para la legislatura estatal de Nueva York en 2006. “Era un legislador muy estudioso, inteligente y ágil, y realmente destacaba por ser un líder nato”, aseguró Grace Meng, congresista de Nueva York quien conoció a Jeffries en Albany. En 2012, llegó al Congreso y, seis años después, fue designado para presidir la bancada del partido Demócrata de la Cámara de Representantes, lo que lo colocó en la vía rápida hacia el liderazgo que ahora ostenta.
Jeffries se volvió el centro de atención nacional en 2020 cuando Pelosi lo nombró como uno de los siete gestores que fungieron de fiscales en el primer juicio político a Donald Trump. Durante ese proceso, invocó a otro habitante de Brooklyn: el rapero Notorious B.I.G. “Si no se había enterado, ahora ya lo sabe”, respondió Jeffries a un abogado defensor de Trump que le preguntó “¿por qué estamos aquí?”.
Sus colegas elogian a Jeffries por un enfoque “que todo lo atrapa” para unir a un partido a menudo díscolo, y señalan que no tuvo oposición en su candidatura a líder debido a su colegialidad. Pero no está exento de críticas. Alexandria Ocasio-Cortez, la congresista de Nueva York, habría considerado apoyar una impugnación primaria progresista en su contra. Otros demócratas de tendencia de izquierda lo pintan como parte del establishment, señalando que muchas de las contribuciones a sus campañas provienen de Wall Street.
Sin embargo, Terri Sewell, congresista Demócrata por Alabama, calificó a Jeffries de “progresista pragmático” y mencionó que tenía una capacidad “única” para relacionarse con todo el espectro ideológico.
“Creo que esa es su genialidad”, señaló Sewell. “Tiene la capacidad no solo de escuchar, sino también de invitar y proporcionar un espacio seguro para que todos podamos expresar nuestras inquietudes o quejas, ofreciendo al mismo tiempo la posibilidad de negociar una política que todos podemos respaldar”.
Sin embargo, con los Demócratas siendo minoría, Jeffries también tendrá que enfrentarse a los dlegisladores Republicanos más obstruccionistas que ya prometieron bloquear sus prioridades y lanzar una serie de investigaciones sobre el gobierno de Biden.
Sus aliados afirman que Jeffries tiene un historial de acercamiento en los pasillos políticos, señalando la amistad que forjó con el excongresista republicano de Georgia Doug Collins con el propósito de hacer aprobar la legislación que reformaba las penas de prisión. Pero ha sido más áspero en su acercamiento a Kevin McCarthy, el republicano que probablemente presida la Cámara.
Sin embargo, lo primero en la nueva lista de tareas de Jeffries no será el bipartidismo, sino derrotar a los republicanos en las urnas en 2024. “Su reto es llegar a los 218”, indicó Gregory Meeks, congresista Demócrata de Nueva York, refiriéndose al número de escaños de la Cámara de Representantes que son necesarios para conseguir la mayoría. “Sus fortalezas son las que nos ayudarán a seguir ese camino”.
Lauren Fedor en Washington
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